sábado, 31 de enero de 2009
Condiciones para seguir a Jesús
Mateo 8, 18-22 Viéndose Jesús rodeado de la muchedumbre, mandó pasar a la otra orilla. Y un escriba se acercó y le dijo: «Maestro, te seguiré adondequiera que vayas». Dícele Jesús: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza». Otro de los discípulos le dijo: «Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre». Dícele Jesús: «Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos». Jesús al estar entre tanta gente pasa a la otra orilla del lago, no para apartarse, sino para estar también con los del otro lado, para que todos le puedan escuchar, pues cuando Jesús habla, su corazón arde con el deseo de glorificar a su Padre, arde por mostrar el amor que Dios nos tiene. Un amor que no es masificado, sino personal, un amor que se dirige a cada uno por nuestro nombre y apellido. Apenas llega Jesús a la otra orilla, e inmediatamente un escriba le dice: "Te seguiré adondequiera que vayas", y Jesús le da esa respuesta que nadie se esperaba, seguramente que el escriba quedó helado ante esta respuesta, pues ya no supo ni que decir. ¿Cómo Jesús siendo Dios no tiene dónde reclinar la cabeza? Jesús es quien invita, "Llama" pero no encuentra generosidad de parte de aquellos a quienes Él llama. Muchas veces encuentra temor, egoísmo, búsqueda de propias realizaciones y proyectos... por eso no tiene dónde reclinar la cabeza. Pero Él también ha dicho: "No tengáis miedo, yo he vencido al mundo" Jesús sigue caminando, dirige su mirada a un discípulo, y todavía no le lanza la pregunta, es más ni le dice nada, el discípulo se adelanta diciéndole "Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre", hasta parecería un poco fuera de contexto. Sin embargo Jesús, con esa mirada serena, llena de paz, le mira a los ojos, le pone su mano en el hombro y le dice: "Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos". Señor si tu tienes palabras de vida eterna ¿Porqué me hago sordo a tu voz?. Jesús nos llama a todos, Él nos pide algo a cada uno. Hay a quienes llama a un mayor amor y comprensión en el matrimonio, en el noviazgo, a otros a un mayor compromiso concreto para ser mejores cristianos, vivir la caridad en la familia como expresión de Su amor, o una mayor entrega de nuestra vida, quizá me pide seguirle más de cerca en la vida religiosa o consagrada. En fin, Dios nos esta llamando y Él Espíritu Santo inspira a cada uno. Seguir es más que seguirle Muchos le ofrecían seguirlo, pero más delante. Ahora todavía. Espera un poco: la familia, la herencia, cobrar aquello… Pero, Jesús no tenía tiempo para dilaciones inútiles. Las condiciones las pone Jesús no nosotros. El llamado de Jesús era urgente y exigente. Aunque había tiempo de «arreglar las cargas por el camino». lo importante era tomar una decisión oportuna. Condiciones… Asumir «la propia cruz». Es decir, aceptar las fuertes y claras exigencias de su fe cristiana y asumirlas con alegría y entereza. CONOCER A CRISTO Diálogo entre un recién convertido a Cristo y un amigo no creyente: ¿De modo que te has convertido a Cristo? Sí. Entonces sabrás mucho sobre él. Dime: ¿en qué país nació?». No lo sé. ¿A qué edad murió?. Tampoco lo sé». ¿Sabrás al menos cuántos sermones pronunció? Pues no. No lo sé. La verdad es que sabes muy poco, para ser un hombre que afirma haberse convertido a Cristo. Tienes toda la razón. Pero sí que sé algo: Hace tres años, yo era un borracho. Estaba cargado de deudas. Mi familia se deshacía en pedazos. Mi mujer y mis hijos temían como un nublado mi vuelta a casa cada noche. Pero ahora he dejado la bebida; no tenemos deudas; nuestro hogar es un hogar feliz; mis hijos esperan ansiosamente mi vuelta a casa cada' noche. Todo esto es lo que ha hecho Cristo por mí. Y esto es lo que sé de Cristo. Conocer realmente. Es decir, ser transformado por lo que uno conoce. La cruz y la abnegación En la sociedad actual es algo despreciable. Se busca lo más fácil. Lo más cómodo. Lo que más placer produzca. Es la sabiduría del mundo. Sabiduría de Dios Nos salvaremos por al cruz y la abnegación. Egidio, compañero de San Francisco decía: ¿Quiere sentir bien? Hazte sordo. ¿Quieres hablar bien? Estate callado. ¿Quieres ganar? Aprende a perder. ¿Quieres enriquecerte? Se pobre. ¿Quieres ser consolado? Llora. ¿Quieres subir alto? Humíllate”. Vivir así es señal de gran sabiduría, pero no es para todos. Padre Marcelo Rivas Sánchez
Diferencia entre Lenguaje y Realidad en el Campo Moral
Un dato de experiencia. No todas las personas que ejercen funciones en la vida social son valorizadas y honradas por quienes disfrutan de sus servicios. Algo similar ocurre con algunas importantes categorías que expresan las funciones primarias de la vida moral. Así, por ejemplo, en muchos ambientes se comprueba una notable repugnancia cuando se trata sobre todo de aplicarse a sí mismo el adjetivo prudente, o cuando uno se propone ejercitarse en la virtud de la prudencia.
Estos términos en la mentalidad común se entienden como sinónimo de estrechez de espíritu, de cálculo fraudulento e ¡interesado; las personas prudentes se conciben como prisioneras de microproyectos, proclives a defenderse, a salvaguardar sus intereses, sus cosas propias, enredadas en cálculos de probabilidad para establecer la posición triunfante que proporciona beneficio. A la difusión de esta asociación indebida han contribuido ciertamente los comportamientos pseudoprudentes de quienes, atentos a la tutela de sus intereses, disocian la prudencia de la opción de vida y separan a ésta de los proyectos orientados a la realización del bien humano en la línea de la revelación (cf, p.ej., Rom 8,19ss o Ef 2,19ss).
Sin embargo, ninguna persona seriamente comprometida puede perseguir su intento si desatiende los procesos cognoscitivos y operativos que la tradición ética occidental ha atribuido a la virtud de la prudencia, entendida como camino hacia la liberación de la fidelidad al bien, al todo armónico que la razón, a la luz de la fe, conoce, programa, realiza y verifica.
Por desgracia, la perspicacia humana, hábil para poner de relieve los límites de los conceptos, lo es menos cuando se trata de encontrar otros más adecuados para expresar la verdad. Así, se quiera o no, se vuelve siempre a hablar de nuevo de prudencia, a referirse a ella cuando se quiere asumir y connotar la verdad sobre el vivir que es patrimonio de la cultura sobre todo occidental.
Con frecuencia esta resistencia frente al término está alimentada también por precomprensiones distintas más sutiles. Piénsese, por ejemplo, en la convicción según la cual la expresión, si no única, ciertamente la más auténtica de moralidad, no es la que se vive y se construye en lo cotidiano, en línea con la fidelidad concreta y efectiva a la opción de fondo, sino la ideal, tanto más noble cuando más libre de la contaminación de las situaciones contingentes, a la manera como el agua del río es tanto más pura cuanto más cercana está a la fuente. En una concepción semejante, la prudencia, la virtud de la connaturalización con la verdad y con el bien cultivada por las personas en el contexto de la historia, termina teniendo un papel de segundo orden. Es lo que ocurre cuando la propuesta privilegia lo que concierne a las leyes y a las normas de comportamiento, y no acentúa debidamente el crecimiento en la virtud, el consenso convencido y coherente con el fín último del vivir. En este contexto, la prudéncia en el mejor de los casos, se describe en su valencia de prerrogativa de los responsables de la comunidad y no se le reconoce el papel fundamental de toda existencia virtuosa. La perspectiva cambia, y mucho, cuando el anuncio moral subraya la llamada de las personas a hacer veraz la propia historia, a plasmarla de modo que la relación con Dios, en su pueblo y en la familia humana, se cualifique en un crescendo de fidelidad que se construye en lo cotidiano x rehúsalas situaciones que hacen inhumano el vivir.
La prudencia, en el ámbito del obrar orientado, busca el modo de enlazar lo cotidiano y el planteamiento de la vida; cómo estar prontos para evitar lo que distrae del fin y realizar lo que conduce a él. Esta exigencia surge inmediatamente siempre que nos damos cuenta de que el bien protegido es tan importante que la demanda de la máxima prudencia al tratarlo invita no a la timidez, sino a la diligencia vigilante, inteligente y diligente que es indispensable cuando está en cuestión el bien humano. Aunque no se inspira siempre en la prudencia entendida en su acepción más amplia y más noble, la invitación a prestar atención, cuando no es claramente negativa, se sitúa en la linea de los desafíos que una persona sensata no desatiende impunemente. Esta vigilancia no atenúa el interés por el fin; no encierra en el orden de los medios; capacita para valorar las situaciones a fin de discernir cuándo se debe arriesgar y cuándo conviene no arriesgar, y para distinguir en realidad el primer caso del segundo.
También en otros contextos históricos se ha caído en la cuenta de las dificultades inherentes al uso del término prudencia Santo Tomás las destaca expresamente. Sin embargo ha preferido usarlo explicando su significado, en vez de privarse de la aportación y de los estímulos que la tradición ha condensado en él. En un lúcido contexto de la S. Th. (II-II, q. 47, a. 13), basándose en el supuesto de que es prudente el que dispone bien lo que hay que hacer en orden a un fin bueno, nota que es falsa la prudencia practicada, por ejemplo, por los asesinos, que persiguen planes perversos; es verdadera, pero imperfecta, la de quien se propone fines inmediatos buenos y rectos, pero desarticulados del fin último, y la de quien valora y discierne bien, pero no se impone eficazmente seguir lo que ha decidido sólo es verdadera y perfecta la prudencia de quien discierne y ordena lo que es bueno y conforme al fin último. A esta última se la puede llamar también sabiduría, pero entendida en su acepción de reglas de las actividades humanas.
Los componentes cognoscitivos del recto obrar. Para no incurrir en valoraciones erróneas en este campo es necesario no confundir el caso de quien tiende con sinceridad a lo verdadero y lo justo, aunque incurra en errores de valoración, del que desatiende y descuida su responsabilidad y por ello emite juicios inmaduros, descuida datos importantes, cede a temores estériles, se detiene en representaciones descaminadas, se deja influir por lugares comunes y por la moda, es decir, persiste en orientaciones deshumanizad oras 'contra las cuales se puede y se debe reaccionar. Son situaciones todas ellas de algún modo afines a la del famoso "silogismo del incontinente", ilustrado por Aristóteles (VII Eth., c. 5: 1147, a. 24-31; SANTO TOMÁS, In Eth.,1. VII, lect. 3, nn. 1345-46) y descrito así por el Aquinate: "La pasión impide a quien conoce una noción universal deducir de ella y llegar a la conclusión; asume otra proposición universal, sugerida por la inclinación de la pasión y concluye desde ésta. Por eso Aristóteles afirma que el silogismo de quien peca de incontinencia tiene cuatro proposiciones, de las cuales dos son universales: una dictada por la razón, por ejemplo no es lícito cometer fornicación; otra por la pasión, por ejemplo hay que secundar el placer. La pasión le impide a la razón argumentar y concluir de la primera; pero, bajo su influjo, hace argüir y deducir de la segunda" (S.Th., I-II, q. 77, a. 2, ad 4; cf también De Malo q. 3, a. 9, ad 7).
En la misma línea se sitúa el caso del que obra mal por decisión, por elección; de quien se funda en toda clase de sofismas, a veces lúcidos y persuasivos, para convencerse y convencer de que frente a la injusticia no hay nada que hacer: se necesita tiempo para transformar la realidad; se necesita paciencia.
Sólo la conversión puede permitir desenmascarar el engaño de estas existencias falseadas. Querer ser bueno y justo es empeño inteligente y perseverante, significa discernir lo que hay que hacer, comprender y secundar los dinamismos, múltiples y diferenciados, que estructuran la realidad; abrirse a la acción misteriosa e inequívoca de la providencia de Dios, vivir en fidelidad y practicar la justicia. La persona justa, cuando tropieza con situaciones de injusticia manifiesta, sabe que no puede decir nunca en verdad que no hay nada que hacer.
La fidelidad a esta vocación y misión supone potenciar constantemente las propias facultades intelectuales, afectivas y operativas; la decisión de actuar en la historia sin traicionar la relación con el fin; la lectura atenta y evocadora de lo vivido; capacidad de síntesis; docilidad en captar los signos de los tiempos, en discernir la evolución de la historia y en secundar sus orientaciones.
Esta condición resulta penosa cuando los contextos socioculturales se resisten a sintonizar con el bien humano; cuando se tiene la experiencia de las defensas de todo género que impiden superar la distancia entre la condición actual de los pueblos y la que ellos podrían vivir si personas y comunidades fueran menos sordas al grito de los pobres. Vivir de veras estas experiencias significa querer ser verdaderos y justos, afrontar los conflictos que ponen en crisis la vida asociada, aspirar a la armonía .nunca espontánea y nada definitiva entre personas y pueblos.
Principio del dinamismo "es el ser humano, y éste es un agente que elige en virtud del entendimiento y del apetito" (SANTO TOMÁS, In Eth., 1. VI, lect. 2, n. 1137). La razón es un componente imprescindible del bien humano; lee la realidad en sus exigencias; da razón, aclara, ilumina, motiva el bien que la voluntad ama y persigue. Ésta a su vez hace que la razón se oriente al bien, lo aclare en su verdad y en su multiplicidad, participe de la impaciencia y "del gemido de la creación" (Rom 8,19ss), así como del dinamismo de la esperanza que acciona la búsqueda de los caminos justos, del "justo medio", para garantizar el bien humano.
REPROCHES DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
Me llamas Señor, y no me obedeces.
Me llamas Luz, y no me ves.
Me llamas el Camino, y no me sigues.
Me llamas la Vida, y no me deseas.
Me llamas Sabio, y no me escuchas.
Me llamas Rico, y no me pides.
Me llamas Amigo, y en Mí no confías.
Me llamas Rey, y no me sirves.
Me llamas Bondadoso, y me temes.
Me llamas Maestro, y no me preguntas.
Me llamas la Verdad, y no me crees.
Me llamas el Amor, y no te dejas amar.
Me llamas Médico, y no permites que te cure.
Me llamas Puerta, y te quedas fuera.
Me llamas el Todo, y no tiene un espacio para Mí.
Me llamas el Buen Pastor, y huyes de mí.
Me llamas el Único, y vives como si no existiera.
Me llamas Dios, y no me amas ni temes.
Y... si te condenas, no ME CULPES.
http://webcatolicodejavier.org/mellamas.html
El Arte del Repujado en Metal - Breve Historia
La Artesanía es probablemente el arte más antiguo desarrollado por el hombre. Así es que desde la Edad del Bronce (4000-1200 A.C.), cuando en el Próximo Oriente se descubrió la técnica para alear el cobre y el estaño y se crean los primeros objetos ornamentales realizados en metal (joyas y sellos tribales), podemos decir que existe la artesanía en metal. A lo largo de los siglos, diferentes culturas alrededor del mundo como los Mayas, Aztecas, Egipcios, Fenicios y Celtas, y más adelante Griegos y Romanos crearon y desarrollaron diversas técnicas y métodos para trabajar metales como el cobre, el bronce y la plata.La técnica del Repujado de Metales se remonta al pueblo Celta de los Hallstatt (700-500 A.C), quienes destacaron principalmente por el descubrimiento y utilización del hierro, y por aquel entonces ya utilizaban sístulas estenses de bronce repujado en sus intercambios comerciales con los etruscos.El fruto de siglos de conocimientos y experiencia, unidos a los descubrimientos de nuevos materiales, hacen que a la hora de realizar nuestro trabajo podamos conjugar las técnicas y métodos más ancestrales de tratamiento y trabajo de los metales, con las herramientas y materiales más innovadores, todo ello con el fin de perpetuar el noble y ancestral arte del Repujado de Metales.Arte Religioso en RepujadoTrabajar en metales es una tradición cultural antigua, desde tiempos remotos se trabajó en este material bellas piezas, pero es en la Edad Media cuando se alcanza un nivel artístico alto y una madurez estética.El trabajo en relieve sobre láminas de metal (aluminio, estaño, oro, plata, cobre etc.) o repujado es una técnica que proviene de Europa y se deriva de imágenes sagradas y religiosas, pintadas en tablas. Desde el siglo XII el repujado comenzó a tomar importancia debido a que estas imágenes (iconos) se vendían a los devotos, pero debido a las condiciones ambientales de los lugares donde estas eran colocadas las pinturas eventualmente perdían su brillo y matiz. A raíz de esto se empezó a recubrirlos con metales para protegerlos del contacto con el medio y de las personas.Después de ser utilizada esta forma de arte por varios siglos se abandono, pero a principios del silgo XX se retomo empezando en Europa, con su auge en Francia, donde se volvió una actividad industrial, la cual no se limitaba solo a los iconos, la técnica se expandió a otros objetos decorativos y de uso común como marcos, charolas y lámparas. Lamentablemente se volvió a perder el interés en el trabajo en repujado, hasta que recientemente en México y en España ha resurgido.
Angeles de Dios en la Tierra
Dios estaba en el cielo mirando como actuaban los hombres en la tierra. Entre ellos, la desolación reinaba.
¡Mas de 5 mil millones de seres humanos son pocos para alcanzar la magnificencia divina del amor! suspiró el Señor. El Padre vio a tantos hermanos en guerra, esposos y esposas que no contemplaban sus carencias, ricos y pobres apartados, sanos y enfermos distantes, libres y esclavos separados.
Un buen día reunió un ejército de ángeles y les dijo: ¿Veis a los seres humanos? ¡Necesitan ayuda! Tendran que bajar a la Tierra.
¿Nosotros -, dijeron los ángeles ilusionados, asustados y emocionados, pero llenos de fe.
Sí, vosotros sois los indicados. Nadie más podría cumplir esta tarea. ¡Escuchad! Cuando creé al hombre, lo hice a imagen y semejanza mía, pero con talentos especiales para cada uno. Permití diferencias entre ellos para que juntos formasen el reino. Así lo planeé. Unos alcanzarían riquezas para compartir con los pobres. Otros gozarían de buena salud para cuidar a los enfermos. Unos serían sabios y otros muy simples para procurar entre ellos sentimientos de amor, admiración y respeto. Los buenos tendrían que rezar por los que actuaran como si fueran malos. El paciente toleraría al neurótico. En fin, mis planes deben cumplirse para que el hombre goce, desde la Tierra, la felicidad eterna. Y para hacerlo ¡vosotros bajareis con ellos!
¿De qué se trata? - los ángeles preguntaron inquietos. Entonces el Señor explicó su deber.
Como los hombres se han olvidado de que los hice distintos para que se complementasen unos a otros y así formaran el cuerpo de mi hijo amado, como parece que no se dan cuenta de que los quiero diferentes para lograr la perfección, bajarán ustedes con francas distinciones.
Y dio a cada uno su tarea:
Tú tendrás memoria y concentración de excelencia: serás ciego. Tú serás elocuente con tu cuerpo y muy creativo para expresarte: serás sordomudo. Tú tendrás pensamientos profundos, escribirás libros: serás poeta; tendrás parálisis cerebral. A ti te daré el don del amor y serás su persona, habrá muchos otros como tú en toda la Tierra y no habrá distinción de raza porque tendrás la cara, los ojos, las manos y el cuerpo como si fueran hermanos de sangre: tendrás síndorme de down. Tú serás muy bajo de estatura y simpatía y tu sentido del humor llegará hasta el cielo: serás gente pequeña. Tú disfrutarás la creación tal como lo planeé para los hombres. Tendrás discapacidad intelectual y mientras otros se preocupan por los avances científicos y tecnológicos, tú disfrutarás mirando una hormiga, una flor. Serás feliz, muy feliz porque amarás a todos y no harás juicio de ninguno; tú vivirás en la Tierra, pero tu mente se mantendrá en el cielo; preferirás escuchar mi voz a la de los hombres. Tendrás autismo. Tú serás hábil como ninguno, te faltarán los brazos y harás todo con las piernas y la boca.
Al último ángel le dijo:
Serás genio, te quitaré las alas antes de llegar a la Tierra y bajarás la espalda ahuecada, los hombres repararán tu cuerpo, pero tendrás que ingeniártelas para triunfar. Tendrás mielomenningocelle, que significa miel que vino del cielo.
Los ángeles se sintieron felices con la distinción del Señor, pero les causaba enorme pena tener que apartarse del cielo para cumplir su misión.
¿Cuánto tiempo viviremos sin verte? ¿Cuánto tiempo lejos de ti?
No os preocupeis, estaré con vosotros todos los días. Además esto durará sólo entre 60 y 80 años terrenos.
Está bien, Padre. Será como dices. 80 años son un instante en el reloj eterno, aquí nos vemos “al ratito” dijeron los ángeles al unísono y bajaron a la Tierra emocionados.
Cada uno llegó al vientre de una madre. Ahí se formaron durante 6, 7, 8 o 9 meses. Al nacer, fueron recibidos con profundo dolor, causaron miedo y angustia. Algunos padres rehusaron la tarea; otros la asumieron enojados; otros se echaron culpas hasta disolver su matrimonio y otros más lloraron con amor y aceptaron el deber.
Sea cual fuera el caso, como los ángeles saben su misión y sus virtudes son la fe, la esperanza y la caridad, además de otras, todas gobernadas por el amor, ellos han sabido perdonar y con paciencia pasan la vida iluminando a todo aquel que los ha querido amar. Siguen bajando ángeles a la Tierra con espíritus superiores en cuerpos limitados y seguirán llegando mientras haya humanidad en el planeta, Dios quiere que estén entre nosotros para darnos la oportunidad de trabajar por ellos, para aprender de ellos. Y trabajar es servir, servir es vivir y vivir es amar, porque la vida se nos dio para eso. “El que no vive para servir, no sirve para vivir”.
Como los angelitos saben que su misión encomendada es la unión. La fe, la esperanza y la caridad, gobernadas por el amor…
..ellos han sabido perdonar, y con gran paciencia pasaran la vida iluminando a todo aquel….que los ha sabido amar.
Maestro, ¿quién pecó para que éste naciera ciego? ¿Él o sus padres? Ni él ni sus padres, nació así para que se vieran en él las obras de Dios. Y las obras de Dios también se hacen a través de los hombres. Estas obras son las de misericordia, especialmente con aquellos que más nos necesitan. ¿Ven por qué tantas diferencias?
¡Mas de 5 mil millones de seres humanos son pocos para alcanzar la magnificencia divina del amor! suspiró el Señor. El Padre vio a tantos hermanos en guerra, esposos y esposas que no contemplaban sus carencias, ricos y pobres apartados, sanos y enfermos distantes, libres y esclavos separados.
Un buen día reunió un ejército de ángeles y les dijo: ¿Veis a los seres humanos? ¡Necesitan ayuda! Tendran que bajar a la Tierra.
¿Nosotros -, dijeron los ángeles ilusionados, asustados y emocionados, pero llenos de fe.
Sí, vosotros sois los indicados. Nadie más podría cumplir esta tarea. ¡Escuchad! Cuando creé al hombre, lo hice a imagen y semejanza mía, pero con talentos especiales para cada uno. Permití diferencias entre ellos para que juntos formasen el reino. Así lo planeé. Unos alcanzarían riquezas para compartir con los pobres. Otros gozarían de buena salud para cuidar a los enfermos. Unos serían sabios y otros muy simples para procurar entre ellos sentimientos de amor, admiración y respeto. Los buenos tendrían que rezar por los que actuaran como si fueran malos. El paciente toleraría al neurótico. En fin, mis planes deben cumplirse para que el hombre goce, desde la Tierra, la felicidad eterna. Y para hacerlo ¡vosotros bajareis con ellos!
¿De qué se trata? - los ángeles preguntaron inquietos. Entonces el Señor explicó su deber.
Como los hombres se han olvidado de que los hice distintos para que se complementasen unos a otros y así formaran el cuerpo de mi hijo amado, como parece que no se dan cuenta de que los quiero diferentes para lograr la perfección, bajarán ustedes con francas distinciones.
Y dio a cada uno su tarea:
Tú tendrás memoria y concentración de excelencia: serás ciego. Tú serás elocuente con tu cuerpo y muy creativo para expresarte: serás sordomudo. Tú tendrás pensamientos profundos, escribirás libros: serás poeta; tendrás parálisis cerebral. A ti te daré el don del amor y serás su persona, habrá muchos otros como tú en toda la Tierra y no habrá distinción de raza porque tendrás la cara, los ojos, las manos y el cuerpo como si fueran hermanos de sangre: tendrás síndorme de down. Tú serás muy bajo de estatura y simpatía y tu sentido del humor llegará hasta el cielo: serás gente pequeña. Tú disfrutarás la creación tal como lo planeé para los hombres. Tendrás discapacidad intelectual y mientras otros se preocupan por los avances científicos y tecnológicos, tú disfrutarás mirando una hormiga, una flor. Serás feliz, muy feliz porque amarás a todos y no harás juicio de ninguno; tú vivirás en la Tierra, pero tu mente se mantendrá en el cielo; preferirás escuchar mi voz a la de los hombres. Tendrás autismo. Tú serás hábil como ninguno, te faltarán los brazos y harás todo con las piernas y la boca.
Al último ángel le dijo:
Serás genio, te quitaré las alas antes de llegar a la Tierra y bajarás la espalda ahuecada, los hombres repararán tu cuerpo, pero tendrás que ingeniártelas para triunfar. Tendrás mielomenningocelle, que significa miel que vino del cielo.
Los ángeles se sintieron felices con la distinción del Señor, pero les causaba enorme pena tener que apartarse del cielo para cumplir su misión.
¿Cuánto tiempo viviremos sin verte? ¿Cuánto tiempo lejos de ti?
No os preocupeis, estaré con vosotros todos los días. Además esto durará sólo entre 60 y 80 años terrenos.
Está bien, Padre. Será como dices. 80 años son un instante en el reloj eterno, aquí nos vemos “al ratito” dijeron los ángeles al unísono y bajaron a la Tierra emocionados.
Cada uno llegó al vientre de una madre. Ahí se formaron durante 6, 7, 8 o 9 meses. Al nacer, fueron recibidos con profundo dolor, causaron miedo y angustia. Algunos padres rehusaron la tarea; otros la asumieron enojados; otros se echaron culpas hasta disolver su matrimonio y otros más lloraron con amor y aceptaron el deber.
Sea cual fuera el caso, como los ángeles saben su misión y sus virtudes son la fe, la esperanza y la caridad, además de otras, todas gobernadas por el amor, ellos han sabido perdonar y con paciencia pasan la vida iluminando a todo aquel que los ha querido amar. Siguen bajando ángeles a la Tierra con espíritus superiores en cuerpos limitados y seguirán llegando mientras haya humanidad en el planeta, Dios quiere que estén entre nosotros para darnos la oportunidad de trabajar por ellos, para aprender de ellos. Y trabajar es servir, servir es vivir y vivir es amar, porque la vida se nos dio para eso. “El que no vive para servir, no sirve para vivir”.
Como los angelitos saben que su misión encomendada es la unión. La fe, la esperanza y la caridad, gobernadas por el amor…
..ellos han sabido perdonar, y con gran paciencia pasaran la vida iluminando a todo aquel….que los ha sabido amar.
Maestro, ¿quién pecó para que éste naciera ciego? ¿Él o sus padres? Ni él ni sus padres, nació así para que se vieran en él las obras de Dios. Y las obras de Dios también se hacen a través de los hombres. Estas obras son las de misericordia, especialmente con aquellos que más nos necesitan. ¿Ven por qué tantas diferencias?
New Age - Gnosticismo de nuestros días
El New Age es una nueva forma de practicar la “gnosis”, postura de espíritu que tergiversa la Palabra de Dios. (Juan Pablo II) El Gnosticismo es el nombre colectivo de un grupo de vagas y erróneas filosofías religiosas, las cuales han tratado de competir con el Cristianismo desde los comienzos de éste en el Siglo I, y que fueron condenadas como herejías desde los primeros Concilios de la Iglesia. El Gnosticismo trata de penetrar la esencia misma de la divinidad mediante una serie de enseñanzas y prácticas “ocultas”. Es ésta una tentación que ha estado presente a lo largo de la historia de la humanidad y que ha resurgido con gran fuerza desde los años 60 hasta nuestros días. Consiste esta tentación en exaltar la razón humana y atribuirle poderes extraordinarios, apelando a una “sabiduría superior” que sería la verdadera religión y punto convergente de todos los caminos espirituales y místicos. (De la Instrucción Pastoral del Arzobispo de México sobre el “New Age”) Ya San Pablo, desde el comienzo del Cristianismo nos advertía contra la tendencia gnóstica de pretender penetrar “el secreto de Dios” : “Pido que tengan ánimo... para que logren penetrar el secreto de Dios que es Cristo, pues en Él están escondidas todas las riquezas de la sabiduría y del entendimiento. Se los digo para que nadie los engañe con discursos capciosos ...” (Col. 2,2-4) Y Juan Pablo II, representante de Jesucristo en la tierra, nos advierte al respecto en su bestseller Cruzando el Umbral de la Esperanza: “No debemos engañarnos pensando que el renacimiento de las antiguas ideas gnósticas en la forma de la llamada New Age pueda llevar a una renovación de la religión. Es solamente un nuevo modo de practicar la gnosis, esa postura de espíritu que en nombre de un profundo conocimiento de Dios, acaba por tergiversar Su Palabra”. En nuestros días esta desviación se está manifestando de una manera “aparentemente” invertebrada, como “casual”, que puede notarse en tendencias, comentarios y conceptos como los que siguen: Todas las religiones son iguales... Yo me construyo mi propio esquema de creencias ... Yo creo en Cristo, pero no en la Iglesia... Cristo fue solamente un gran profeta... Todas las creencias se pueden integrar en una sola religión... Re-encarnación... Todo es permitido; nada es pecado... La moralidad reprime la propia personalidad... Meditación a la oriental... Gurúes - Maestros - Mantras... Todo se puede lograr: sólo hay que proponérselo... Dios como energía... Canalización de espíritus ... Esta lista, que no pretende ser exhaustiva, forma parte de las maneras de manifestarse que tiene lo que se ha dado por llamar “New Age”. Y ... ¡cuántos incautos no están cayendo en estas falsas y peligrosas tendencias! ¡Qué apropiadas las palabras con que San Pablo continúa su Carta a los Colosenses (Cap.2), para representar lo que está sucediendo en nuestros días! “Cuídense de que nadie los engañe con esa teoría que es una insulsa patraña forjada y transmitida por hombres, fundada en los elementos del mundo y no en Cristo”. Y así y todo, a pesar de la fe que recibimos en el Bautismo y lo que nos ha sido enseñado, hay muchos que están desviándose por caminos equivocados, engañados con teorías que no son más que patrañas; es decir, embustes y mentiras hábilmente forjadas para atrapar a gente bien intencionada. Continúa San Pablo: “Tengan por regla suprema a Cristo Jesús, el Señor, tal como se les enseñó. Permanezcan arraigados y edificados en El, apoyados en la fe, tal como fueron instruidos”. “Es en Cristo en quien habita corporalmente la plenitud de la divinidad”... ¿Para qué entonces buscar esa divinidad por otros lados? “Por Cristo, que es cabeza de todo poder y autoridad, Uds. han obtenido su plenitud”... ¿Por qué buscar la penitud en otros lados, si Cristo Jesús, el Señor, es nuestra plenitud?. VOCABULARIO, IDEOLOGIA y FACHADAS DEL NEW AGE El New Age es un engaño venido del ocultismo, se presenta con muchas fachadas. La ideología que lo sustenta es de origen pagano. Las ideas y prácticas que constituyen el “New Age” son bien difíciles de inventariar, porque no se presenta este movimiento con una identidad fija, sino con muchas fachadas diferentes. Además, estas fachadas no sólo son muy variadas y confusas, sino que esta corriente surge constantemente con nuevas cosas, nuevas ideas -o ideas viejas convertidas en nuevas- nuevos métodos, nuevas teorías e invenciones. Es decir, es un movimiento teórico y práctico con una capacidad de mutación y de variabilidad realmente asombrosa. De ahí la dificultad en descifrarlo, dividirlo, catalogarlo. Dice así el Arzobispo de Malinas-Bruselas, Mons. Godfried Daneels, en su Instrucción Pastoral sobre Sectas y New Age (1990): “El New Age es difícil de definir. No es una religión, pero pretende ser religioso; no es una filosofía, pero pretende ser una visión del hombre y del mundo, así como una clave de interpretación; no es una ciencia, pero se apoya en leyes “científicas”, aunque haya que ir a buscarlas entre las estrellas. El New Age es una nebulosa que contiene esoterismo y ocultismo, pensamiento mítico y mágico respecto de los secretos de la vida ... y una pizca de cristianismo, todo revuelto con ideas que proceden de la astrología”. El New Age emplea un vocabulario que ya forma parte del léxico de muchos, en el cual se incluyen palabras tomadas del cristianismo, del misticismo oriental, de las ciencias, etc.: armonía, paz, unidad, amor, luz, quietud, energía, ondas, vibraciones, radiaciones, realización personal, toma de conciencia, re-encarnación, karma ...Un vocabulario hecho a la medida de lo que el hombre de hoy desea oír. Sin embargo, a pesar de toda esta vaguedad, hay varias cosas claras: La ideología subyacente del New Age es francamente de origen pagano e incluye las siguientes ideas y filosofías: Panteísmo, Sincretismo, Monismo, Gnosticismo, Teosofía, Esoterismo, Ocultismo, Relativismo moral y práctico, Subjetivismo, Re-encarnacionismo, Idolatría, Misticimo Oriental, Materialismo y Hedonismo, igualación de las religiones, etc. Las formas y métodos en que se manifiesta incluyen las siguientes: revalorización e incorporación de doctrinas paganas y diferentes formas de ocultismo, incluyendo el culto satánico; fomento de la brujería, hechicería, adivinación, santería, voodooísmo, fetichismo, astrología; espiritismo -ahora con un nuevo nombre: “canalización” de espíritus; peticiones a “espíritus” especiales, como el “espíritu de navidad”, por ejemplo; comunicación con seres “superiores” (“maestros ascendidos”, “ángeles”, extra-terrestres); juegos espiritistas, como la ouija, etc; neo-chamanismo, curaciones por contacto a través de la “energía universal” y la apertura y estimulación de los “chakras”, o por cristales; poder mental, metafísica, desarrollo de poderes especiales y de la percepción extra-sensorial; técnicas de desarrollo del potencial “ilimitado” del ser humano, cientología, el eneagrama, etc.; técnicas de meditación oriental, yoga, mantras, etc.; supremacía de “gurúes” y “maestros”; modos de adivinación oriental (Ichin, Tarot, etc.)... y muchas otras disciplinas y técnicas venidas del misticismo oriental; estudio del ocultismo a través de la parapsicología; falsos dioses y divinidades, la divinidad masculino-femenina, o la femenina (madre-tierra), etc., etc., etc. Incorporarse a las ideas y prácticas del New Age puede significar jugar con fuego, estar al borde del precipicio o hundirse en el abismo... tal vez sin darse uno cuenta. Sólo la Sabiduría -con “S” mayúscula- aquélla que no es mero saber humano y que nos viene dada por el Espíritu Santo, puede mostrarnos el engaño que hay en todo ese mundo venido del ocultismo y ayudarnos a optar por la Verdad plena. Fuente Homilía diaria.org
Las Riquezas No Son Símbolo De Bendición De DIOS
Desde la venida de Jesús la riqueza perdió el sentido que tenía de ser considerada como signo de bendición de Dios. Jesús desacralizó la riqueza: la dejó en su significación natural. Le quitó al dinero su poder sobre los hombres. Si el dinero sigue teniendo tanto poder en nosotros esto quiere decir que no nos apoyamos suficientemente en su victoria. Pablo insiste en el antagonismo existente entre avaricia y Reino de Dios. En tres listas que él confecciona de vicios incompatibles con la fe en Dios se nombra expresamente la idolatría. Se trata de 1 Corintios 5,9-13; 6,9-11 y Gálatas 4,19-21. Podemos detectar en estas enumeraciones que una de las realidades básicas en las que se puede dar la idolatría es el dinero: El codicioso, el tramposo, el ladrón es un idólatra, que acarrea con su actitud enemistades, discordias, rivalidades, egoísmos y envidias. La idolatría aparece como elemento destructor de las relaciones humanas.
En un par de textos más Pablo relaciona explícitamente a la idolatría con el dinero. Dice que “los explotadores, que sirven al dios dinero, no tendrán parte en el Reino de Cristo y de Dios” (Ef 5,5). Y en otra carta exhorta a apartarse de: “la codicia, con la que uno se hace esclavo de ídolos” (Col 3,5). En estos dos textos codicia e idolatría son sinónimos. El término codicia, que en el original griego literalmente significa “tener más”, connota ambición, avidez, abundancia, arrogancia. El ídolo sería, por lo tanto, el dinero, pero no como una realidad en sí misma, sino la posesión del dinero como poder para desear y extraer más dinero de otros, creando enemistad y discordia. De ahí la identificación de idólatra con codicioso, ladrón y tramposo.
Todos los textos de Pablo afirman el carácter antagónico de la idolatría con la realidad cristiana. En 1 Corintios 5,9-13 se ordena excluir de la comunidad cristiana a los idólatras. La codicia es incompatible con el ser cristiano. El apóstol no ordena apartarse de los idólatras, pues para eso habría que salirse de este mundo; pero sí ordena que sean expulsados de la comunidad. En 1 Corintios 6,9-11 y Gálatas 4,19-21 se afirma que los idólatras “no heredarán el Reino”. En 1 Corintios 10,14-17 se excluye al idólatra de la comunión, presentada aquí como solidaridad con el cuerpo del Mesías y de la comunidad. El dinero como ídolo destruye esta solidaridad, destruye el Cuerpo del Mesías
En un par de textos más Pablo relaciona explícitamente a la idolatría con el dinero. Dice que “los explotadores, que sirven al dios dinero, no tendrán parte en el Reino de Cristo y de Dios” (Ef 5,5). Y en otra carta exhorta a apartarse de: “la codicia, con la que uno se hace esclavo de ídolos” (Col 3,5). En estos dos textos codicia e idolatría son sinónimos. El término codicia, que en el original griego literalmente significa “tener más”, connota ambición, avidez, abundancia, arrogancia. El ídolo sería, por lo tanto, el dinero, pero no como una realidad en sí misma, sino la posesión del dinero como poder para desear y extraer más dinero de otros, creando enemistad y discordia. De ahí la identificación de idólatra con codicioso, ladrón y tramposo.
Todos los textos de Pablo afirman el carácter antagónico de la idolatría con la realidad cristiana. En 1 Corintios 5,9-13 se ordena excluir de la comunidad cristiana a los idólatras. La codicia es incompatible con el ser cristiano. El apóstol no ordena apartarse de los idólatras, pues para eso habría que salirse de este mundo; pero sí ordena que sean expulsados de la comunidad. En 1 Corintios 6,9-11 y Gálatas 4,19-21 se afirma que los idólatras “no heredarán el Reino”. En 1 Corintios 10,14-17 se excluye al idólatra de la comunión, presentada aquí como solidaridad con el cuerpo del Mesías y de la comunidad. El dinero como ídolo destruye esta solidaridad, destruye el Cuerpo del Mesías
HISTORIA DE LOS SENTIMIENTOS
Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la Tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando EL ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, LA LOCURA, como siempre tan loca, les propuso: - ¿Vamos a jugar al escondite? LA INTRIGA levantó la ceja intrigada y LA CURIOSIDAD, sin poder contenerse preguntó: - ¿Al escondite? ¿Y cómo es eso? - Es un juego , explicó LA LOCURA, que consiste en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras vosotros os escondéis y cuando yo haya terminado de contar, el primero de vosotros que encuentre ocupará mi lugar para así continuar el juego. EL ENTUSIASMO bailó secundado por LA EUFORIA; LA ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a LA DUDA, e incluso LA APATÍA, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar. LA VERDAD prefirió no esconderse. ¿Para qué?, si al final siempre la hallaban; y LA SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y LA COBARDÍA prefirió no arriesgarse... Uno, dos, tres... comenzó a contar LA LOCURA. La primera en esconderse fue LA PEREZA, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino. LA FE subió al cielo y LA ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto. LA GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos, que si ¿un lago cristalino?, ideal para LA BELLEZA; que si ¿la hendidura de un árbol?, perfecto para LA TIMIDEZ; que si ¿el vuelo de la mariposa?, lo mejor para LA VOLUPTUOSIDAD; que si ¿una ráfaga de viento?, magnífico para LA LIBERTAD; así terminó por ocultarse en un rayito de sol. EL EGOÍSMO, en cambio encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo... pero sólo para él. LA MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris) y LA PASIÓN y EL DESEO se escondieron en el centro de los volcanes. EL OLVIDO..., se me olvidó donde se escondió..., pero eso no es lo importante. Cuando LA LOCURA contaba nueve mil novecientos noventa y nueve, EL AMOR aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado... hasta que divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores. Un millón - contó LA LOCURA- y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue LA PEREZA, sólo a tres pasos de una piedra. Después se escuchó LA FE discutiendo con Dios en el cielo sobre Teología y LA PASIÓN y EL DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a LA ENVIDIA y claro, así pudo deducir donde estaba EL TRIUNFO. EL EGOÍSMO no tuvo ni que buscarlo, él solito salió disparado de su escondite que había resultado ser un nido de avispas. De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió LA BELLEZA y con LA DUDA resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún de qué lado esconderse. Así fue encontrando a todos, EL TALENTO entre la hierba fresca, a LA ANGUSTIA en una oscura cueva, a LA MENTIRA detrás del arco iris... (mentira, si ella estaba en el fondo del océano) y hasta EL OLVIDO... que ya se le había olvidado que estaba jugando al escondite, pero sólo EL AMOR no aparecía por ningún sitio. LA LOCURA buscó detrás de cada árbol. bajo cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas y cuando iba a darse por vencida divisó un rosal y las rosas... Y tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido en los ojos al AMOR; LA LOCURA no sabía qué hacer para disculparse, lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo. Desde entonces; desde que por primera vez se jugó al escondite en la Tierra: "EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA" Shakespeare
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El Valor de los Sentimientos
El Dinero
¿Cuánto ganas al día?- Papi, ¿cuánto ganas por hora? - con voz tímida y ojos de admiración,un pequeño recibía así a su padre al término del trabajo.El padre dirigió un gesto severo al niño y repuso: - Mira hijo, esosinformes ni tu madre los conoce. No me molestes que estoy cansado.- Pero papi, -insistía- dime por favor ¿cuánto ganas por hora?La reacción del padre fue menos severa. Sólo contestó:- Cuatro soles por hora.- Papi, ¿me podrías prestar dos soles? - preguntó el pequeño.El padre montó en cólera y tratando con brusquedad alniño le dijo: -Así que, esa era la razón de saber lo que gano. Vete a dormir y no memolestes, muchacho aprovechado.Había caído la noche. El padre había meditado sobre lo sucedido y sesentía culpable. Tal vez su hijo quería comprar algo.En fin, descargando su conciencia dolida, se asomó al cuartode su hijo. Con voz baja le preguntó al pequeño:- ¿Duermes hijo?- Dime, papi - respondió entre sueños.- Perdóname por haberte tratado con tan poca paciencia; aquí tienes eldinero que me pediste, - respondió el padre.- Gracias papi - contestó el pequeño y metiendo sus manitas debajo dela almohada, sacó unas monedas.- Ahora ya completé. Tengo cuatro soles. ¿Me podríasvender una hora de tu tiempo? - preguntó el niño.
La Tristeza
“Sólo las peores tristezas son las que te enseñan lo que es la verdadera felicidad.”
Cuando la tristeza se apodera de nosotros nos entra ganas de llorar. Podemos desahogarnos escribiendo y recordando cosas que pensamos que han sido olvidadas, pero no es así, nunca se olvidan, los recuerdos siempre viven latentes en nosotros.Por eso se llaman “recuerdos“, siempre están junto a ti.
Las tristezas del alma son las mas difíciles de sanar porque son algo que se levanta con nosotros y también se acuesta en nuestra cama. Siempre que escribimos algo, es para que otra persona nos lea y sienta que necesitamos algo de ellos, quizás una llamada o simplemente unas palabras de aliento.Cuando llegue el día triste, cuando nada salga bien en nuestras vidas, cuando sintamos que sólo hay cabida para la tristeza… recordemos los momentos alegres que también tuvimos, pueden haber muchas razones para sentirnos así.
Saquemos partido a nuestra tristeza, escribamos lo que sea, cualquier cosa, algo que nos trajo mucho dolor, quizás el separarnos de ese ser que un día amamos mucho y hoy nos cuesta olvidar, o quizás la distancia de nuestras familias que están en otros países, o la perdida de un ser amado.
La vida es difícil, nada es fácil, debemos reflexionar qué nos causa tanto dolor. Pero estoy segura que siempre que estamos tristes es porque no estamos al lado de la persona que amamos, o quizás estamos al lado de alguien que no tiene que ver ya con nuestros sueños y no somos capaces de decirle que ya no lo amamos, no tenemos valor para enfrentar esa situación, de allí nace la tristeza de nuestra alma.
No olvidemos que la pena y la tristeza son vacíos de nuestras vidas, algo que queremos y no tenemos, ese algo que nos hace despertar queriendo estar en otro lado y en otro momento. Aunque yo soy una convencida de que la felicidad son pequeños trozos de tiempo que nos regala la vida, que no esa una constante, pero lo que dure es bueno, porque no hay nada más lindo que despertar contenta al lado de la persona que amas, que no existen distancias, no existen problemas…
Y cuando sientas que todo es negro, mira a nuestro Señor, Él te dará las fuerzas que necesitas para sacar la tristeza de tu vida…Tenemos diferentes estados de ánimo cada día, hoy es la tristeza, mañana será la felicidad…Demos gracias por tener un día más para agradecer a Dios por la vida, por ustedes mismas que hacen de este un lugar especial.
Aunque hoy la tristeza se alojó en nuestra vida…Dios es lo único que nos puede sacar de eso y nosotras mismas, que debemos tener la fuerza de querer hacer algo diferente con nuestras vidas.
Cuando la tristeza se apodera de nosotros nos entra ganas de llorar. Podemos desahogarnos escribiendo y recordando cosas que pensamos que han sido olvidadas, pero no es así, nunca se olvidan, los recuerdos siempre viven latentes en nosotros.Por eso se llaman “recuerdos“, siempre están junto a ti.
Las tristezas del alma son las mas difíciles de sanar porque son algo que se levanta con nosotros y también se acuesta en nuestra cama. Siempre que escribimos algo, es para que otra persona nos lea y sienta que necesitamos algo de ellos, quizás una llamada o simplemente unas palabras de aliento.Cuando llegue el día triste, cuando nada salga bien en nuestras vidas, cuando sintamos que sólo hay cabida para la tristeza… recordemos los momentos alegres que también tuvimos, pueden haber muchas razones para sentirnos así.
Saquemos partido a nuestra tristeza, escribamos lo que sea, cualquier cosa, algo que nos trajo mucho dolor, quizás el separarnos de ese ser que un día amamos mucho y hoy nos cuesta olvidar, o quizás la distancia de nuestras familias que están en otros países, o la perdida de un ser amado.
La vida es difícil, nada es fácil, debemos reflexionar qué nos causa tanto dolor. Pero estoy segura que siempre que estamos tristes es porque no estamos al lado de la persona que amamos, o quizás estamos al lado de alguien que no tiene que ver ya con nuestros sueños y no somos capaces de decirle que ya no lo amamos, no tenemos valor para enfrentar esa situación, de allí nace la tristeza de nuestra alma.
No olvidemos que la pena y la tristeza son vacíos de nuestras vidas, algo que queremos y no tenemos, ese algo que nos hace despertar queriendo estar en otro lado y en otro momento. Aunque yo soy una convencida de que la felicidad son pequeños trozos de tiempo que nos regala la vida, que no esa una constante, pero lo que dure es bueno, porque no hay nada más lindo que despertar contenta al lado de la persona que amas, que no existen distancias, no existen problemas…
Y cuando sientas que todo es negro, mira a nuestro Señor, Él te dará las fuerzas que necesitas para sacar la tristeza de tu vida…Tenemos diferentes estados de ánimo cada día, hoy es la tristeza, mañana será la felicidad…Demos gracias por tener un día más para agradecer a Dios por la vida, por ustedes mismas que hacen de este un lugar especial.
Aunque hoy la tristeza se alojó en nuestra vida…Dios es lo único que nos puede sacar de eso y nosotras mismas, que debemos tener la fuerza de querer hacer algo diferente con nuestras vidas.
Se cauto por el brillo que ofrece el mundo
Los hombres valiosos llegan a la fama por sus obras. Los necios se hacen famosos por la propaganda.
Nuestra sociedad de consumo también “fabrica” ídolos famosos, porque necesita venderlos.
Si el sabio te censura, piénsalo. Si el estúpido te alaba, ¡laméntalo!
El que se sabe merecedor de la aprobación y del aplauso, no hace nada para conseguirlos.
El árbol que sobresale muy pronto con sus ramas, suele ser el que primero cae por falta de raíces.
El hombre seguro de sí mismo goza cuando es apreciado y se duele ante el menosprecio, pero no malgasta su tiempo para cambiar la opinión ajena.
La propaganda es muchas veces como el agua: deja en el fondo el oro y saca a flote el leño seco.
Si eres sensato valoras más el juicio de los pocos que te conocen de verdad, que las alabanzas o los juicios negativos de los que te desconocen.
El necio se irrita con la corrección del amigo y se hincha con la alabanza del adulador.
El orgullo hincha la pobreza del necio y la humildad agranda la riqueza del sabio.
El orgullo es la fachada de la estupidez y la humildad es el cimiento de la sabiduría.
Nuestra sociedad de consumo también “fabrica” ídolos famosos, porque necesita venderlos.
Si el sabio te censura, piénsalo. Si el estúpido te alaba, ¡laméntalo!
El que se sabe merecedor de la aprobación y del aplauso, no hace nada para conseguirlos.
El árbol que sobresale muy pronto con sus ramas, suele ser el que primero cae por falta de raíces.
El hombre seguro de sí mismo goza cuando es apreciado y se duele ante el menosprecio, pero no malgasta su tiempo para cambiar la opinión ajena.
La propaganda es muchas veces como el agua: deja en el fondo el oro y saca a flote el leño seco.
Si eres sensato valoras más el juicio de los pocos que te conocen de verdad, que las alabanzas o los juicios negativos de los que te desconocen.
El necio se irrita con la corrección del amigo y se hincha con la alabanza del adulador.
El orgullo hincha la pobreza del necio y la humildad agranda la riqueza del sabio.
El orgullo es la fachada de la estupidez y la humildad es el cimiento de la sabiduría.
La Falsa Prudencia
La prudencia se ve comprometida no sólo por la insensatez inconcluyente y ociosa, sino también por toda una serie distinta de actitudes no menos deletéreas, debido a que a menudo tienden a confundirse con expresiones auténticas del obrar. Las falsificaciones (en pintura, en escultura, etcétera) no dejan de ser tales aunque estén realizadas con maestría. Los términos que connotan este contexto, en el cual el engaño es frecuente y que está claramente reprobado en la tradición bíblica, son muy evocativos: astucia, engaño, reticencia, rodeos, fraude, aprensión ansiosa, pávida, posesiva. Los medievales, siguiendo a la Vulgata, que traducía por "prudentia carnis" el fronema paulino (Rom 8,7), connotaban con aquel término todas las percepciones que tratan de colocar el fin en los bienes terrenos en vez de en la comunión con Dios.
Es prudencia mundana la de los intrigantes que, orientados hacia metas temporales injusta y falsamente elevadas al rango de fin supremo, reflexionan y deciden basándose sólo en ellas la conducta cotidiana. Tomás, en virtud del principio según el cual la prudencia es la recta razón en el campo de lo agible, distingue dos pecados que, aunque se oponen a la prudencia, revisten sus apariencias.
El primero depende de que la razón endereza su actividad a un fin que es bueno sólo en apariencia, no en realidad.El segundo depende del hecho de que una persona, para conseguir su fin, sea bueno o malo, se sirve de caminos simulados, fingidos y no verdaderos.
El engaño y el fraude constituyen las formas específicas que asume la astucia cuando pone en práctica el plan meditado. El primero se practica en el enredo de palabras y de hechos, en la vacuidad verbosa y sórdida a que recurren los engañadores y vendedores de humo. El fraude encarna las maquinaciones de los estrategas y los tácticos.
Distinta, aunque convergente en los .resultados, es la aprensión, angustiosa y angustiante, respecto al tener y al futuro. Estas falsas prudencias hunden sus raíces en la deformación que lleva a disociar el tener del ser, a favorecer el primero y a presumir de garantizarse a sí mismo a través del éxito, las riquezas y el poder.
La experiencia confirma lo difundido y pernicioso de esta falsificación, que impide cultivarse como inteligentes y disponibles, y que se manifiesta en las tácticas y estrategias inspiradas en el ansia de la autoconservación, de la avidez de poder, del miedo preconcebido ante lo nuevo y del todavía no, de las manías conservadoras, de todas las actitudes que impiden mantenerse con fidelidad y verdad en la historia y perseguir en una aportación recíproca la realización del bien humano.
Olvidalo
Olvídate del día cuando esté nublado, pero no te olvides de tus horas de sol. Olvídate de los tiempos que te han derrotado, pero no te olvides de las victorias que has ganado.
Olvídate de los errores que ahora no puedes cambiar, pero no te olvides de las lecciones que has aprendido. Olvídate de las desgracias que has tenido, Pero no te olvides de las alegrías que has vivido.
Olvídate de los días cuando estabas solo, pero no te olvides de las sonrisas que has recibido. Olvídate de los planes que no salieron bien, pero no te olvides siempre de tener un sueño.
Olvídate de los errores que ahora no puedes cambiar, pero no te olvides de las lecciones que has aprendido. Olvídate de las desgracias que has tenido, Pero no te olvides de las alegrías que has vivido.
Olvídate de los días cuando estabas solo, pero no te olvides de las sonrisas que has recibido. Olvídate de los planes que no salieron bien, pero no te olvides siempre de tener un sueño.
La Falsedad. Valor al rescate, la realidad
La falsedad es una forma de presentar las cosas, las situaciones, las personas, los actos etc. como mejor nos parezcan o nos produzcan resultados o beneficios, es una alteración de la realidad, y se hace en forma inteligente y voluntaria.La falsedad se utiliza desde infinidades de contextos, ya sea en el ámbito político, religioso, cultural, económico, educativo, y siempre se ampara por premisas que utiliza la persona o contexto del caso, incluso se establecen paradigmas en lo que aparece la verdad distorsionada, alterada, modificada o cambiada, pero solo con objetivo específicos.Puede suceder que una persona desarrolle un contexto con premisas falsas, o por que así lo aprendió, y así lo transmite en su vida, y este error si se puede llamar así, es una falsedad, por que una vez utilizados los corolarios del caso se encontrarán que la respuesta no es real.La falsedad se da muchas veces como mentira, pero para que tenga existencia como tal debe estar respaldada por la palabra, que es la que estable el nacimiento de la mentira, y en este caso la falsedad se ampara en ella y se convierte en mentira real. Pero cuando la falsedad está respaldada por representaciones escritas o gráficos, o artículos relacionados con su exposición, entonces es un engaño, la falsedad se ha convertido en un engaño. Pero es importante mirar la falsedad, la realidad, o verdad desde un contexto cultural, ya que lo regional, o personal, o grupal puede cambiar el significado de una cosa, palabra, situación en un tiempo-espacio determinado.
Las personas que utilizan la falsedad como herramienta para su beneficio propios con unos falsarios, y delincuentes en potencia activa, ya que no les interesa la realidad, les interesa solo sus intereses, y con estas personas debemos tener cuidado, ya que están dispuestos a sacar provecho de la falta de experiencia e ingenuidad o falta de malicia de los demás.
Debemos tener malicia para no ser victimas de los falsarios, y pensar que cuando nos ofrecen cosas, aspectos o situaciones, que aparentemente reflejan algo maravillosos para nosotros, es solo apariencia, y como tal es falso.
La humanidad hoy en día está en busca de la verdad, no sabe que es real o verdadero.
Debemos ser realistas, tomar y exponer las cosas en forma tal que no nos engañemos ni engañemos a los demás y así estaremos mejor al nivel de conciencia.
Evitar en lo posible ser cómplices de falsarios, analizando las situaciones, o cosas que se nos presenten para poder asimilarlas o llevarlas a quienes queremos que las practiquen o aprendan.
Evitar en lo posible ser cómplices de falsarios, analizando las situaciones, o cosas que se nos presenten para poder asimilarlas o llevarlas a quienes queremos que las practiquen o aprendan.
Jesús Venció el Poder del Dinero
Jesús identifica a la idolatría con el servicio al dinero: “Ningún servidor puede quedarse con dos patrones, porque verá con malos ojos al primero y amará al otro, o bien preferirá al primero y no le gustará el segundo. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al dinero (Mammón)”. Nótese que no se trata del dinero en sí, sino de servir al dinero, ser esclavo de él. Esto no quiere decir que los bienes terrenos constituyan en sí un dios que se opone a Dios. Es el hombre, con su actitud, quien puede divinizarlos y convertirlos en un rival de Dios. Y de hecho con frecuencia se da esta alternativa entre Dios y el dinero. Así pasó con Judas, que prefirió las treinta monedas antes que al Maestro (Mt 16,14s).
Servir al dinero es entregarse a él, aceptando que las riquezas son equivalentes a Dios. Por eso la enérgica contraposición de Jesús, que no sólo pone frente a frente a Dios y a “Mammón”, sino que exige a sus seguidores una opción exclusivista. De ahí la imprecación contra los ricos “porque ya tienen su consuelo” (Lc 6,24), declarándolos excluidos de las bienaventuranzas precisamente porque su fuente de seguridad y alegría es el dinero y no Dios.
¿Por qué Jesús pone frente a frente el servicio a Dios y al dinero? Porque el culto al dinero lleva a derramar la sangre del pobre, en las múltiples formas concretas que la explotación y opresión asumen en la historia humana. Y si al pobre se le quita aunque sea parte de la vida a la que tiene derecho, entonces se está en contra del Señor de la vida, Padre de todos.
La idolatría del dinero, de ese fetiche que es producción humana, está indesligable y provocativamente vinculada a la ruina y la muerte del pobre. Por eso es que, yendo a la raíz, la idolatría va contra el Dios de Jesús que es el Dios de la vida. El dios-dinero se alimenta de víctimas humanas. Por eso Jesús nos lanza la disyuntiva de elegir entre el Dios de la vida y los dioses de la muerte...Jesús da un paso más, que sólo había sido insinuado por los profetas (Am 6,6): Condena el egoísmo del que no se preocupa de compartir lo que le sobra. Es el caso de Epulón y Lázaro (Lc 16,19-31) y el del rico insensato (Lc 12,16-20).
En Epulón se destaca su egoísmo. No se dice que sea condenado por injusto, sino sencillamente porque ni se enteró de que a su puerta alguien necesitaba con urgencia las migajas de su mesa. El segundo rico no es descrito como ambicioso, ni injusto, pero ante la prosperidad sólo piensa en sí mismo: “Túmbate, come, bebe y date a la buena vida”. Aunque su cosecha sea muy abundante, su horizonte es muy limitado: ni Dios, ni el prójimo entran en su perspectiva.
Pero la parábola no condena sólo su egoísmo: ataca también su confianza en sus bienes; cree que todo depende de ellos, y que cuando se tiene en abundancia no hay que preocuparse de nada más. Acumula porque es egoísta, pero es egoísta porque piensa que la abundancia de bienes constituye lo único seguro en esta vida. Esta parábola nos enseña que para idolatrar las riquezas no es preciso robar; basta ser egoísta, negándose a compartir los bienes, y poner la confianza en ellos. Esta misma es la enseñanza terrible de las “malaventuranzas”: son condenados los que sólo se preocupan de su consuelo, de estar satisfechos y pasarlo bien (Lc 6,24-26).
Servir al dinero es entregarse a él, aceptando que las riquezas son equivalentes a Dios. Por eso la enérgica contraposición de Jesús, que no sólo pone frente a frente a Dios y a “Mammón”, sino que exige a sus seguidores una opción exclusivista. De ahí la imprecación contra los ricos “porque ya tienen su consuelo” (Lc 6,24), declarándolos excluidos de las bienaventuranzas precisamente porque su fuente de seguridad y alegría es el dinero y no Dios.
¿Por qué Jesús pone frente a frente el servicio a Dios y al dinero? Porque el culto al dinero lleva a derramar la sangre del pobre, en las múltiples formas concretas que la explotación y opresión asumen en la historia humana. Y si al pobre se le quita aunque sea parte de la vida a la que tiene derecho, entonces se está en contra del Señor de la vida, Padre de todos.
La idolatría del dinero, de ese fetiche que es producción humana, está indesligable y provocativamente vinculada a la ruina y la muerte del pobre. Por eso es que, yendo a la raíz, la idolatría va contra el Dios de Jesús que es el Dios de la vida. El dios-dinero se alimenta de víctimas humanas. Por eso Jesús nos lanza la disyuntiva de elegir entre el Dios de la vida y los dioses de la muerte...Jesús da un paso más, que sólo había sido insinuado por los profetas (Am 6,6): Condena el egoísmo del que no se preocupa de compartir lo que le sobra. Es el caso de Epulón y Lázaro (Lc 16,19-31) y el del rico insensato (Lc 12,16-20).
En Epulón se destaca su egoísmo. No se dice que sea condenado por injusto, sino sencillamente porque ni se enteró de que a su puerta alguien necesitaba con urgencia las migajas de su mesa. El segundo rico no es descrito como ambicioso, ni injusto, pero ante la prosperidad sólo piensa en sí mismo: “Túmbate, come, bebe y date a la buena vida”. Aunque su cosecha sea muy abundante, su horizonte es muy limitado: ni Dios, ni el prójimo entran en su perspectiva.
Pero la parábola no condena sólo su egoísmo: ataca también su confianza en sus bienes; cree que todo depende de ellos, y que cuando se tiene en abundancia no hay que preocuparse de nada más. Acumula porque es egoísta, pero es egoísta porque piensa que la abundancia de bienes constituye lo único seguro en esta vida. Esta parábola nos enseña que para idolatrar las riquezas no es preciso robar; basta ser egoísta, negándose a compartir los bienes, y poner la confianza en ellos. Esta misma es la enseñanza terrible de las “malaventuranzas”: son condenados los que sólo se preocupan de su consuelo, de estar satisfechos y pasarlo bien (Lc 6,24-26).
Madre Teresa - La Vocación del Servicio
"Mi vocación es vivir para los demás"
En Calcuta, India, la Madre Teresa nos da una definición de la caridad: "Es ayudarnos los unos a los otros. Ya Cristo lo dijo: Lo que hagas con el último de tus hermanos lo estás haciendo conmigo. Esa es la caridad. Así, cuando él llegue a nosotros, podrá decirnos: Tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me recogisteis, estuve desnudo y me cubristeis, enfermé y me visitasteis. De cierto os digo que cuanto hicisteis por mis hermanos más pequeños lo hicisteis por mi. Es necesario creer en su palabra para poder reconocer su mensaje y su manifstación a través de los demás. Debemos tener el corazón puro para ver a Dios en los pobres, en la gente que sufre. Y debemos enseñar a la gente que no sabe hacerlo. El error de muchos es buscar la luz en la oscuridad. Debemos aprender a buscar la luz donde está la luz".
"Cuando veo a alguien muy triste le digo que beba un vaso con agua, y si ni siquiera eso tiene, le digo entonces que salga al aire libre y mire las estrellas en el cielo, su evidente simetría, que mire las nubes, los arreboles en la atmósfera, el cielo, y que entienda que le puede pedir al hacedor de ese orden, que le pida a Dios, que él siempre, pero le digo "siempre", encontrará la forma de saciar su sed, porque Su mano siempre está tendida esperando por nosotros, porque bajo el cielo no hay un solo ser vivo que quede por siempre completamente desamparado. "
Indira Gandhi decía que conocerla es sentirse completamente humilde, percibir la fuerza de la ternura y el poder del amor. Es que en su presencia todos nos sentimos un poco humillados y avergonzados de nosotros mismos, porque lo más extraordinario en ella es que se ve una mujer completamente normal, y si existe algo mágico en su persona es la profundidad azul de su mirada, que viene quizás de qué pasado remoto y más sabio, porque en ella todo es humildad. Aunque sea unos breves minutos, pienso, nadie puede quedar impasible ante su presencia.
"A medida que fui viendo lo que Dios hacía a través de mi trabajo, porque nosotras somos religiosas, nuestro trabajo es una materialización de nuestra fe, de una actitud religiosa frente a la vida. La vocación en nosotros no es el servicio que prestamos a los leprosos o a los moribundos, sino que nuestra vocación está en pertenecer a Jesús. Y como somos de El, nuestro trabajo es el medio para expresar el amor que nos inflama. De modo que no es un fin, sino un medio, porque vemos a Cristo en cada persona que tocamos, cada persona a la que brindamos ayuda tiene Su rostro. Así de sencillo. Porque si pertenecemos a Cristo, El debe poder hacer uso nuestro, es un complemento mutuo. "
"El comienzo de la humanidad en el hombre empieza cuando se da cuenta de que la vida no le es indiferente y se dispone a contemplarla como algo indescifrablemente misterioso. La confirmación moral en el hombre se hace real cuando dejamos de vivir simplemente al acaso y nos involucramos con nuestra propia existencia. Allí empieza nuestra evolución ética, que tiene como primer paso un sentido de solidaridad con otros seres. Es cuando comenzamos a reflexionar acerca de nosotros mismos, cuando nos cuestionamos nuestra relación con los demás, y sinceramente nos damos cuenta de que todos somos iguales, y ensanchamos el círculo de nuestras obligaciones hasta abarcar a toda la gente que nos rodea. - Eso es algo muy difícil si no existe la fe...
No existe la fe, hijo, cuando uno no cree en uno mismo. Porque cuando uno se descubre a sí mismo, descubre que tiene un deber para con todos los seres humanos. Descubre la fe. Mientras no dejemos de obedecer a esa convencional ley de reserva que nos hace ser fríos entre nosotros, y nos impide mostrarnos tan cordiales como en realidad somos, no descubriremos que el hombre pertenece al hombre. El ser humano tiene derecho a ser humano."
"Nunca sabremos cuánto logramos ni cuánto le damos a la humanidad, eso permanece oculto a nuestros ojos, y así debe ser, aunque siempre nos es dada la posibilidad de vislumbrar algo que nos indica que no debemos perder la fe en nuestros esfuerzos"
"Un amor no es verdadero cuando es empleado con fines egoístas. Una persona puede decir a otra que la quiere, pero al mismo tiempo puede desear aprovecharse de lo que están encerrando sus palabras; al mismo tiempo puede estar pensando tomar de la otra todo lo que pueda. El verdadero amor es dar, no es recibir; si no es así, no es un verdadero amor en absoluto. El verdadero amor duele, porque así es. Tiene siempre que doler porque es doloroso renunciar a sí mismo por alguien, por eso es doloroso, porque es total entrega. El que ama verdaderamente está dispuesto a morir por el objeto de su amor, y así debe ser. Cuando la gente se ama, tiene que renunciar a todo para amarse mutuamente, sin interferencia alguna, porque el amor unifica; por eso es cosa de dos para hacerse uno; por eso el amor absoluto es el verdadero amor."
Su obra es un mensaje de amor. Su trabajo demuestra que una convicción verdadera siempre está acompañada por una acción, que el amor en acción es servicio.
Palabras más, palabras menos.
Palabras que faltan, palabras que sobran, palabras que hieren, palabras que sanan, ¿Tenemos conciencia del poder de nuestras palabras?
Una sola palabra puede hacerte cambiar el ánimo, puede hacer que tengas más poder, un título es una palabra, una sola palabra mal traducida puede hacer toda una religión esté equivocada o que mueran muchas personas, si usás palabras más complejas "eres más importante que el otro", ¿y por qué esa palabra es más compleja?, ¿por qué una palabra está mal dicha si en mi región, barrio, familia se la pronuncia de esa manera?,
La palabra es el fruto de nuestro pensamiento, de nuestro razonamiento como hombres, es lo que nos hace "inteligentes", lo que nos diferencia de los animales, en el "buen sentido de la palabra"... Así de la misma manera puede alejarnos de la inteligencia, provocar una guerra, muertes, humillación...
Una sola palabra puede hacerte cambiar el ánimo, puede hacer que tengas más poder, un título es una palabra, una sola palabra mal traducida puede hacer toda una religión esté equivocada o que mueran muchas personas, si usás palabras más complejas "eres más importante que el otro", ¿y por qué esa palabra es más compleja?, ¿por qué una palabra está mal dicha si en mi región, barrio, familia se la pronuncia de esa manera?,
La palabra es el fruto de nuestro pensamiento, de nuestro razonamiento como hombres, es lo que nos hace "inteligentes", lo que nos diferencia de los animales, en el "buen sentido de la palabra"... Así de la misma manera puede alejarnos de la inteligencia, provocar una guerra, muertes, humillación...
¿Y si tenemos un poco más de cuidado cuándo hacemos uso de la palabra?
Corazón De Piedra.
El Egoísmo, una de las enfermedades más grande de un ser. Estos tipos de sentimientos privan a las personas de amar , de sentir, de ser felices.Viven en un mundo cerrado, con los ojos vendados, sin poder ver que están equivocados, sólo conocen la palabra "recibir" y nunca conocen el sentido "de dar para recibir" y a medida que el tiempo pasa se van transformando en personas oscuras, que sólo piensan en si mismo y que sin darse cuenta ellos también enferman a los demás, con el dolor y la indiferencia. Que duro puede ser un corazón y que sordo, como para no sentir la suplica de los que también necesitan de ellos, exigen respeto y ser escuchados y ellos no son capaces ni siquiera de escuchar, no conocen esa palabra, como tampoco conocen el significado, Solidaridad, Empatía, Amor, Cariño y Respeto.Y un día cuando la soledad les visita, se les olvida el porque están así y preguntan "Dios por que a mi"... "Que he hecho para merecer esto?...".No debemos olvidar que a través de nuestro caminar, somos responsables de lo que sembramos, no podemos pedir respuestas, cuando la respuesta esta en nosotros mismos.
Un corazón de piedra es frió e insensible.
Quienes han endurecido sus corazones no se conmueven, todo lo cuestionan y no saben perdonar. Tristemente estas personas nunca llegan a saber lo que es ser amado, porque sus corazones de piedra alejan a los que les rodean.
Son corazones llenos de orgullo, rencor y contienda.
Los corazones de carne son sensibles, tiernos y creen.
Dios quiere corazones que estén llenos de su amor de ese amor sanador que te permite amarle a él sobre todas las cosas…
Que sana tus heridas, mis heridas y permite que nos aprendamos a amar a nosotros mismos.
De ese amor que es tan inmenso, que da para amar a tu prójimo de la misma manera que te amas y aun más, te permite amar hasta a tu enemigo.
Quienes han endurecido sus corazones no se conmueven, todo lo cuestionan y no saben perdonar. Tristemente estas personas nunca llegan a saber lo que es ser amado, porque sus corazones de piedra alejan a los que les rodean.
Son corazones llenos de orgullo, rencor y contienda.
Los corazones de carne son sensibles, tiernos y creen.
Dios quiere corazones que estén llenos de su amor de ese amor sanador que te permite amarle a él sobre todas las cosas…
Que sana tus heridas, mis heridas y permite que nos aprendamos a amar a nosotros mismos.
De ese amor que es tan inmenso, que da para amar a tu prójimo de la misma manera que te amas y aun más, te permite amar hasta a tu enemigo.
El Miedo
En medio de un bosque vivía un ermitaño, sin temer a las fieras que allí moraban. Es más, por concesión divina o por tratarlas continuamente, el santo varón entendía el lenguaje de las fieras y hasta podía conversar con ellas.
En una ocasión en que el ermitaño descansaba debajo de un árbol, se cobijaron allí, para pasar la noche, un cuervo, un palomo, un ciervo y una serpiente. A falta de otra cosa para hacer y con el fin de pasar el rato, empezaron a discutir sobe el origen del mal.
-El mal procede del hambre -declamó el cuervo, que fue el primero en abordar el tema-. Cuando uno come hasta hartarse, se posa en una rama, grazna todo lo que le viene en gana y las cosas se le antojan de color de rosa. Pero, amigos, si durante días no se prueba bocado, cambia la situación y ya no parece tan divertida ni tan hermosa la naturaleza. ¡Qué desasosiego! ¡Qué intranquilidad siente uno! Es imposible tener un momento de descanso. Y si vislumbro un buen pedazo de carne, me abalanzo sobre él, ciegamente. Ni palos ni piedras, ni lobos enfurecidos serían capaces de hacerme soltar la presa. ¡Cuántos perecemos como víctimas del hambre! No cabe duda de que el hambre es el origen del mal.
El palomo se creyó obligado a intervenir, apenas el cuervo hubo cerrado el pico.
Opino que el mal no proviene del hambre, sino del amor. Sí viviéramos solos, sin hembras, sobrellevaríamos las penas.
Mas, ¡ay!, vivimos en parejas y amamos tanto a nuestra compañera, que no hallamos un minuto de sosiego, siempre pensando en ella. "¿Habrá comido? - nos preguntamos- ¿Tendrá bastante abrigo?". Y cuando se aleja un poco de nuestro lado, nos sentimos como perdidos y nos tortura la idea de que un gavilán la haya despedazado o de que el hombre la haya hecho prisionera. Empezamos a buscarla por doquier, con loco afán; y, a veces, corremos hacia la muerte, pereciendo entre las garras de las aves de rapiña o en las mallas de una red. Y si la compañera desaparece, uno no come ni bebe; no hace más que buscarla y llorar. ¡Cuántos mueren así entre nosotros! Ya ven que todo el mal proviene del amor, y no del hambre.
-No; el mal no viene ni del hambre ni del amor -arguyó la serpiente-. El mal viene de la ira. si viviésemos tranquilos, si no buscásemos pendencia, entonces todo iría bien. Pero, algo se arregla de modo distinto a como quisiéramos, nos arrebatamos y todo nos ofusca. Sólo pensamos en una cosa: descargar nuestra ira en el primero que encontremos. Entonces, como locos, lanzamos silbidos y nos retorcemos, tratando de morder a alguien. En tales momentos, no se tiene piedad de nadie; mordería uno a su propio padre o a su propia madre; podríamos comernos a nosotros mismos; y el furor acaba por perdernos. Sin duda alguna, todo el mal viene de la ira.
El ciervo no fue de este parecer.
-No; no es de la ira ni del amor ni del hambre de donde procede el mal, sino del miedo. si fuera posible no sentir miedo, todo marcharía bien. Nuestras patas son ligeras para la carrera y nuestro cuerpo vigoroso. Podemos defendernos de un animal pequeño, con nuestro cuerpo; y la huida nos preserva de los grandes. Pero es imposible no sentir miedo. Apenas cruje una rama en el bosque o se mueve una hoja, temblamos de terror. El corazón palpita, como si fuera a salirse del pecho; y echamos a correr. Otras veces, una liebre que pasa, un pájaro que agita las alas o una ramita que cae, nos hace creer que nos persigue una fiera; y salimos disparados, tal vez hacia el lugar del peligro. A veces, para esquivar a un perro, vamos a dar con el cazador; otras, enloquecidos de pánico, corremos sin rumbo y caemos por un precipicio, donde nos espera la muerte. Dormimos preparados para echar a correr; siempre estamos alerta, siempre llenos de terror. No hay modo de disfrutar de un poco de tranquilidad. De ahí deduzco que el origen del mal está en el miedo.
Finalmente intervino el ermitaño y dijo lo siguiente:
-No es el hambre, el amor, la ira ni el miedo, la fuente de nuestro males, sino nuestra propia naturaleza. Ella es la que engendra el hambre, el amor, la ira y el miedo.
En una ocasión en que el ermitaño descansaba debajo de un árbol, se cobijaron allí, para pasar la noche, un cuervo, un palomo, un ciervo y una serpiente. A falta de otra cosa para hacer y con el fin de pasar el rato, empezaron a discutir sobe el origen del mal.
-El mal procede del hambre -declamó el cuervo, que fue el primero en abordar el tema-. Cuando uno come hasta hartarse, se posa en una rama, grazna todo lo que le viene en gana y las cosas se le antojan de color de rosa. Pero, amigos, si durante días no se prueba bocado, cambia la situación y ya no parece tan divertida ni tan hermosa la naturaleza. ¡Qué desasosiego! ¡Qué intranquilidad siente uno! Es imposible tener un momento de descanso. Y si vislumbro un buen pedazo de carne, me abalanzo sobre él, ciegamente. Ni palos ni piedras, ni lobos enfurecidos serían capaces de hacerme soltar la presa. ¡Cuántos perecemos como víctimas del hambre! No cabe duda de que el hambre es el origen del mal.
El palomo se creyó obligado a intervenir, apenas el cuervo hubo cerrado el pico.
Opino que el mal no proviene del hambre, sino del amor. Sí viviéramos solos, sin hembras, sobrellevaríamos las penas.
Mas, ¡ay!, vivimos en parejas y amamos tanto a nuestra compañera, que no hallamos un minuto de sosiego, siempre pensando en ella. "¿Habrá comido? - nos preguntamos- ¿Tendrá bastante abrigo?". Y cuando se aleja un poco de nuestro lado, nos sentimos como perdidos y nos tortura la idea de que un gavilán la haya despedazado o de que el hombre la haya hecho prisionera. Empezamos a buscarla por doquier, con loco afán; y, a veces, corremos hacia la muerte, pereciendo entre las garras de las aves de rapiña o en las mallas de una red. Y si la compañera desaparece, uno no come ni bebe; no hace más que buscarla y llorar. ¡Cuántos mueren así entre nosotros! Ya ven que todo el mal proviene del amor, y no del hambre.
-No; el mal no viene ni del hambre ni del amor -arguyó la serpiente-. El mal viene de la ira. si viviésemos tranquilos, si no buscásemos pendencia, entonces todo iría bien. Pero, algo se arregla de modo distinto a como quisiéramos, nos arrebatamos y todo nos ofusca. Sólo pensamos en una cosa: descargar nuestra ira en el primero que encontremos. Entonces, como locos, lanzamos silbidos y nos retorcemos, tratando de morder a alguien. En tales momentos, no se tiene piedad de nadie; mordería uno a su propio padre o a su propia madre; podríamos comernos a nosotros mismos; y el furor acaba por perdernos. Sin duda alguna, todo el mal viene de la ira.
El ciervo no fue de este parecer.
-No; no es de la ira ni del amor ni del hambre de donde procede el mal, sino del miedo. si fuera posible no sentir miedo, todo marcharía bien. Nuestras patas son ligeras para la carrera y nuestro cuerpo vigoroso. Podemos defendernos de un animal pequeño, con nuestro cuerpo; y la huida nos preserva de los grandes. Pero es imposible no sentir miedo. Apenas cruje una rama en el bosque o se mueve una hoja, temblamos de terror. El corazón palpita, como si fuera a salirse del pecho; y echamos a correr. Otras veces, una liebre que pasa, un pájaro que agita las alas o una ramita que cae, nos hace creer que nos persigue una fiera; y salimos disparados, tal vez hacia el lugar del peligro. A veces, para esquivar a un perro, vamos a dar con el cazador; otras, enloquecidos de pánico, corremos sin rumbo y caemos por un precipicio, donde nos espera la muerte. Dormimos preparados para echar a correr; siempre estamos alerta, siempre llenos de terror. No hay modo de disfrutar de un poco de tranquilidad. De ahí deduzco que el origen del mal está en el miedo.
Finalmente intervino el ermitaño y dijo lo siguiente:
-No es el hambre, el amor, la ira ni el miedo, la fuente de nuestro males, sino nuestra propia naturaleza. Ella es la que engendra el hambre, el amor, la ira y el miedo.
Qué Difícil
Qué difícil Señor se torna la vida cuando los días grises hacen que en nuestro interior no reine la paz y el bienestar que viene de Ti.
Qué difícil subir montañas pedregosas que no responden a nuestros ideales y creencias… y aún así seguir subiendo esperando un nuevo amanecer.Qué difícil cuando parece que la naturaleza se pone en contra, cuando la lluvia, el aire y la tempestad azota nuestro corazón haciéndonos creer que no podemos seguir caminando porque las circunstancias nos lo impiden.
Qué difícil cuando pones alma, corazón y vida en todo aquello que vives y haces… y no recibes el aplauso acogedor y fraterno del arcoiris.
Qué difícil contemplar una flor, sencilla y pequeña, con ojos humildes, ojos que admiren su belleza no sólo por su hermosura sino por la savia que fluye en su interior.
Qué difícil perdonar las huellas que nos dañan, y aún así seguir caminando, siempre caminando… con la esperanza de que esas huellas se difuminen con el paso del tiempo y marquen un sendero claro.
Qué difícil, Señor, vivir en armonía con el hermano, con la vida,… sin tener presente en todo momento el Amor que tú nos invitas a acoger y transmitir.
Tú nos conoces, tu nos alientas, tú nos empujas a avanzar, a luchar, a creer, a vivir desde lo positivo, a perdonar…
Sólo desde ti tiene sentido nuestro proyecto.
Solo por ti el universo gira y acompasa la experiencia de los años con la libertad interior.
Haznos sensibles a tu voz, que sepamos encontrarte en la adversidad, en la frialdad y en todo lo que vivimos con intensidad, con la certeza de que Tú estás presente en todas las situaciones.
Abre nuestros oídos para escucharte, nuestra boca para expresar lo injusto y mueve nuestros pies para recordarnos que Tú y solo Tú eres el centro de nuestra vida.
Encar_AM
Cuando pierdes un ser querido
Dios mío, te has llevado la persona que más amaba en este mundo; pero tú lo has querido así, cúmplase en todo tu santísima voluntad. El gran consuelo que me queda es la esperanza de que tú la hayas recibido en el seno de tu misericordia, y que te dignarás algún día unirme con él (ella).
Si la entera satisfacción de sus pecados lo (la) detienen aún en las penas sin que haya ido todavía a reunirse contigo, yo te ofrezco por él (ella) todas mis oraciones y buenas obras, principalmente mi resignación ante esta pérdida; haz, Señor, que esta resignación sea entera y digna de ti.
Amén.
Yo soy la resurrección. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás
Juan 11, 25-26
PALABRA DE DIOS
Jesús se compadece de quien pierde un ser querido
“A continuación (Jesús) se fue a una ciudad llamada Naín. Iban con él sus discípulos y una gran muchedumbre. Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; la acompañaba mucha gente de la ciudad. Al verla, el Señor tuvo compasión de ella y le dijo: «No llores.» Y, acercándose, tocó el féretro. Los que lo llevaban se pararon, y él dijo: «Joven, a ti te digo: Levántate.» El muerto se incorporó y se puso a hablar, y él se lo dio a su madre.” Lucas 7, 11-15
Resurrección de Lázaro
“Había un enfermo, Lázaro, de Betania, pueblo de María y de su hermana Marta. María era la que ungió al Señor con perfumes y le secó los pies con sus cabellos; su hermano Lázaro era el enfermo. Las hermanas enviaron a decir a Jesús: «Señor, aquel a quien tú quieres, está enfermo.» Al oírlo Jesús, dijo: «Esta enfermedad no es de muerte, es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.»
Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro.
Cuando se enteró de que estaba enfermo, permaneció dos días más en el lugar donde se encontraba. Al cabo de ellos, dice a sus discípulos: «Volvamos de nuevo a Judea.»” (Luego dijo Jesús): “«Nuestro amigo Lázaro duerme; pero voy a despertarle.» Le dijeron sus discípulos: «Señor, si duerme, se curará.» Jesús lo había dicho de su muerte, pero ellos creyeron que hablaba del descanso del sueño. Entonces Jesús les dijo abiertamente: «Lázaro ha muerto, y me alegro por vosotros de no haber estado allí, para que creáis. Pero vayamos allá.»
Entonces Tomás, llamado el Mellizo, dijo a los otros discípulos: «Vayamos también nosotros a morir con él.» Cuando llegó Jesús, se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén como a unos quince estadios, y muchos judíos habían venido a casa de Marta y María para consolarlas por su hermano. Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa. Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá.» Le dice Jesús: «Tu hermano resucitará.» Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día.» Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?»
Le dice ella: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo.» Cuando María llegó donde estaba Jesús, al verle, cayó a sus pies y le dijo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.» Viéndola llorar Jesús y que también lloraban los judíos que la acompañaban, se conmovió interiormente, se turbó y dijo: «¿Dónde lo habéis puesto?» Le responden: «Señor, ven y lo verás.» Jesús derramó lágrimas. Los judíos entonces decían: «Mirad cómo le quería.» Pero algunos de ellos dijeron: «Éste, que abrió los ojos del ciego, ¿no podía haber hecho que éste no muriera?» Entonces Jesús se conmovió de nuevo en su interior y fue al sepulcro. Era una cueva, y tenía puesta encima una piedra. Dice Jesús: «Quitad la piedra.» Le responde Marta, la hermana del muerto: «Señor, ya huele; es el cuarto día.» Le dice Jesús: «¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?» Quitaron, pues, la piedra. Entonces Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo: «Padre, te doy gracias por haberme escuchado. Ya sabía yo que tú siempre me escuchas; pero lo he dicho por estos que me rodean, para que crean que tú me has enviado.»
Dicho esto, gritó con fuerte voz: «¡Lázaro, sal afuera!» Y salió el muerto, atado de pies y manos con vendas y envuelto el rostro en un sudario. Jesús les dice: «Desatadlo y dejadle andar.»” Juan 11, 1-7.11-27. 32-44
Esperando una vida mejor
“Por eso no nos desanimamos; al contrario, aunque nuestra condición física se vaya deteriorando, nuestro ser interior se renueva de día en día. Porque momentáneos y leves son los sufrimientos que, a cambio, nos preparan un caudal eterno e insuperable de gloria; a nosotros que hemos puesto la esperanza, no en las cosas que se ven, sino en las cosas que no se ven, pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Sabemos, en efecto, que aunque se desmorone esta tienda que nos sirve de morada en la tierra, tenemos una casa hecha por Dios, una morada eterna en los cielos, que no ha sido construida por mano de hombres. Y por eso precisamente suspiramos, deseando ardientemente ser revestidos de nuestra morada celestial, con tal que en ese momento estemos vestidos y no desnudos. Porque los que vivimos en esta tienda terrestre suspiramos angustiados, pues no queremos ser despojados, sino más bien ser revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. Y el que nos ha preparado para ese destino es Dios, el mismo que nos ha dado como garantía el Espíritu.
Así pues, en todo momento tenemos confianza y sabemos que, mientras habitamos en el cuerpo, estamos lejos del Señor, y caminamos a la luz de la fe y no de lo que vemos. Pero estamos llenos de confianza y preferimos dejar el cuerpo para ir a habitar junto al Señor. Sea como sea, en este cuerpo o fuera de él, nos esforzamos en agradarle, ya que todos nosotros hemos de comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba el premio o el castigo que le corresponda por lo que hizo durante su existencia corporal.”
2ª Corintios 4, 16 – 5, 10
Santo Domingo Savio - Oración
1842-1857
Festividad: 6 de mayo
Nacionalidad: italiana
Fecha beatificación: 1950 por el Papa Pío XII
Fecha canonización: 12 de Junio de 1954 por el Papa Pío XII
Patrón: niños, coros infantiles, coros, personas acusadas falsamente, jóvenes delincuentes.
"María, te doy mi corazón, haz que sea siempre tuyo.
Jesús y María sean ustedes mis amigos,
pero por piedad, que yo muera antes que me ocurra la desgracia de cometer un solo pecado."
ORACIÓN
Amado Santo Domingo, tu entregaste tu corta vida totalmente por el amor a Jesús y su Madre. Ayuda hoy a la juventud para que se de cuenta de la importancia de Dios en su vida. Tu que llegaste a ser santo a través de la participación fervorosa de los sacramentos, ilumina a padres y niños en la importancia de la frecuencia en la confesión y santa comunión. Tu que a una temprana edad meditaste en los sufrimientos de la Pasión de Nuestro Señor, obten para nosotros la gracia de un ferviente deseo de sufrir por amor a El. Necesitamos desesperadamente tu intercesión para proteger a los niños de hoy de los engaños de este mundo. Vigila sobre ellos y condúceles por el camino estrecho hacia el Cielo. Pide a Dios que nos de la gracia para santificar nuestras obligaciones diarias llevándolas a cabo de manera perfecta por amor a El. Y recuérdanos la necesidad de practicar la virtud sobre todo en los tiempos de prueba y tribulación.
Santo Domingo Savio, tu que supistes preservar el corazón en la inocencia bautismal, ruega por nosostros.
Enfermedad del Corazón
“No endurezcáis vuestro corazón” Salmo 95:8
Las compañían farmaceúticas facturan miles de millones de dólares vendiendo medicamentos que evitan el endurecimiento de las arterias, una enfermedad que puede llevar a ataques cardíacos, los cuales matan a miles de personas cada día.
Sin embargo, una enfermedad más grave que el endurecimiento de las arterias, es el endurecimiento del corazón, y ningún medicamento milagroso puede evitarlo. El profeta Zacarías les advirtió a los israelitas acerca de ello. Ellos habían endurecido sus corazones y se negaron a escuchar las palabras del Señor. Los síntomas de esta condición mortal fueron su negativa a ejecutar verdadera justicia y su fracaso en mostrar misericordia y compasión (Zacarías 7:9). Como resultado de ello, el Señor se enfureció y dejó de escucharles (v. 13).
Si bien es importante impedir que se forme una obstrucción en nuestras arterias, aún más importante es impedir que nuestros corazones se vuelvan insensibles a las personas que son importantes para Dios: las viudas, los huérfanos, los extranjeros y los pobres (v. 10).
Es de importancia crucial seguir las órdenes de nuestro doctor para evitar que nuestras arterias se endurezcan. Pero aún más crucial es obedecer a Dios para evitar que nuestros corazones se endurezcan a las necesidades de los demás.
Pídele a Dios que recuerde a alguna persona que necesite la ayuda de alguien con un corazón tierno.
Amar a Cristo es tener compasión por los demás.
http://www.enriquemonterroza.com/
Abrazando las dificultades
En la vida podemos ser golpeados con piedras tan grandes que nos dejen magulladuras y cicatrices tan grandes que con dificultad nos podremos levantar. Con cada golpe uno se cae, pero Dios siempre nos recoge.
Él nos quita esas piedras de encima y nos ayuda caminando junto a nosotros tomándonos de la mano.
La vida estará llena de pruebas y dificultades. Las llamo tormentas –tormentas que pueden consumir tanto de nuestra vida, tormentas que nos dejan aferrándonos con toda nuestra fuerza, esforzándonos por no soltar, luchando por sobrevivir.
Algunos de nosotros somos probados más duramente que los demás pero los fuertes que sobreviven estas tormentas son los que resultan victoriosos. Hay un sentimiento maravilloso que viene con la victoria de la fortaleza, perseverancia, determinación y en especial de toda fidelidad a Dios.
Con cada caida… con cada golpe… se aprende una lección.
Con cada lección viene el crecimiento. Con el crecimiento viene la madurez. Aprendemos a no lamentar la dificultad, sino a estar agradecido por ella. Debido a ella nos volvemos mejores.
Necesitamos abrazar esas experiencias y permitirles moldearnos en lo mejor que podemos ser. Nadie sabe lo que la vida traerá.
Cada día vendrá con sus propios desafíos, pero necesitamos ser fuertes creyendo que Dios nos sacará adelante. Recordando su promesa de nuestra eternal paz y felicidad.
Yanira Crespo, copyright 2006
Los deportistas aman las dificultades porque ellas los hacen crecer. Los soldados saben sortear las hondonas. Los creyentes salimos en victoria de cada dificultad poque en él somos más que vencedores.
El Señor te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. 1 Samuel 17:46.
Y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo, dice El Señor, para librarte. Jeremías 1:19.
“Manos que oran”
“Durante el siglo XV, en una pequeña aldea cercana a Nüremberg, vivía una familia con 18 niños. Para poder poner pan en la mesa para tal prole, el padre, y jefe de la familia, trabajaba casi 18 horas diarias en las minas de oro, y en cualquier otra cosa que se presentara.
A pesar de las condiciones tan pobres en que vivían, dos de los hijos de Albrecht Durer tenían un sueño. Ambos querían desarrollar su talento para el arte, pero bien sabían que su padre jamás podría enviar a ninguno de ellos a estudiar a la Academia.
Después de muchas noches de conversaciones calladas entre los dos, llegaron a un acuerdo. Lanzarían al aire una moneda. El perdedor trabajaría en las minas para pagar los estudios al que ganara. Al terminar sus estudios, el ganador pagaría entonces los estudios al que quedara en casa, con las ventas de sus obras, o como fuera necesario.
Lanzaron al aire la moneda un domingo al salir de la Iglesia. Albrechtt Durer ganó y se fue a estudiar a Nüremberg.
Albert comenzó entonces el peligroso trabajo en las minas, donde permaneció por los próximos cuatro años para sufragar los estudios de su hermano, que desde el primer momento fue toda una sensación en la Academia.
Los grabados de Albretch, sus tallados y sus óleos llegaron a ser mucho mejores que los de muchos de sus profesores, y para el momento de su graduación, ya había comenzado a ganar considerables sumas con las ventas de su arte.
Cuando el joven artista regresó a su aldea, la familia Durer se reunió para una cena festiva en su honor. Al finalizar la memorable velada, Albretch se puso de pie en su lugar de honor en la mesa, y propuso un brindis por su hermano querido, que tanto se había sacrificado para hacer sus estudios una realidad.
Sus palabras finales fueron: “Y ahora, Albert hermano mío, es tu turno. Ahora puedes ir tú a Nüremberg a perseguir tus sueños, que yo me haré cargo de ti”. Todos los ojos se volvieron llenos de expectativahacia el rincón de la mesa que ocupaba Albert, quien tenía el rostro empapado en lágrimas, y movía de lado a lado la cabeza mientras murmuraba una y otra vez: “No… no… no…”.
Finalmente, Albert se puso de pie y secó sus lágrimas. Miró por un momento a cada uno de aquellos seres queridos y se dirigió luego a su hermano, y poniendo su mano en la mejilla de aquel le dijo suavemente:“No, hermano, no puedo ir a Nuremberg.
Es muy tarde para mí. Mira lo que cuatro años de trabajo en las minas han hecho a mis manos. Cada hueso de mis manos se ha roto al menos una vez, yúltimamente la artritis en mi mano derecha ha avanzado tanto que hasta me costó trabajo levantar la copa durante tu brindis… mucho menos podría trabajar con delicadas líneas el compás o el pergamino y no podría manejar la pluma ni el pincel. No, hermano… para mí ya es tarde”.
Mas de 450 años han pasado desde ese día. Hoy en día los grabados, óleos, acuarelas, tallas y demás obras de Albretch Durer pueden ser vistos en museos alrededor de todo el mundo. Pero seguramente usted,como la mayoría de las personas, sólo recuerde uno. Lo que es más, seguramente hasta tenga uno en su oficina o en su casa.
Un día, para rendir homenaje al sacrificio de su hermano Albert, Albretch Durer dibujó las manos maltratadas de su hermano, con las palmas unidas y los dedos apuntando al cielo. Llamó a esta poderosa obra simplemente “Manos”, pero el mundo entero abrió de inmediato su corazón a su obra de arte y se le cambió el nombre a la obra por el de “Manos queoran”.La próxima vez que veas una copia de esta creación, mírala bien. Permite que sirva de recordatorio, si es que lo necesitas, de que nadie,nunca, ¡triunfa solo!”
A pesar de las condiciones tan pobres en que vivían, dos de los hijos de Albrecht Durer tenían un sueño. Ambos querían desarrollar su talento para el arte, pero bien sabían que su padre jamás podría enviar a ninguno de ellos a estudiar a la Academia.
Después de muchas noches de conversaciones calladas entre los dos, llegaron a un acuerdo. Lanzarían al aire una moneda. El perdedor trabajaría en las minas para pagar los estudios al que ganara. Al terminar sus estudios, el ganador pagaría entonces los estudios al que quedara en casa, con las ventas de sus obras, o como fuera necesario.
Lanzaron al aire la moneda un domingo al salir de la Iglesia. Albrechtt Durer ganó y se fue a estudiar a Nüremberg.
Albert comenzó entonces el peligroso trabajo en las minas, donde permaneció por los próximos cuatro años para sufragar los estudios de su hermano, que desde el primer momento fue toda una sensación en la Academia.
Los grabados de Albretch, sus tallados y sus óleos llegaron a ser mucho mejores que los de muchos de sus profesores, y para el momento de su graduación, ya había comenzado a ganar considerables sumas con las ventas de su arte.
Cuando el joven artista regresó a su aldea, la familia Durer se reunió para una cena festiva en su honor. Al finalizar la memorable velada, Albretch se puso de pie en su lugar de honor en la mesa, y propuso un brindis por su hermano querido, que tanto se había sacrificado para hacer sus estudios una realidad.
Sus palabras finales fueron: “Y ahora, Albert hermano mío, es tu turno. Ahora puedes ir tú a Nüremberg a perseguir tus sueños, que yo me haré cargo de ti”. Todos los ojos se volvieron llenos de expectativahacia el rincón de la mesa que ocupaba Albert, quien tenía el rostro empapado en lágrimas, y movía de lado a lado la cabeza mientras murmuraba una y otra vez: “No… no… no…”.
Finalmente, Albert se puso de pie y secó sus lágrimas. Miró por un momento a cada uno de aquellos seres queridos y se dirigió luego a su hermano, y poniendo su mano en la mejilla de aquel le dijo suavemente:“No, hermano, no puedo ir a Nuremberg.
Es muy tarde para mí. Mira lo que cuatro años de trabajo en las minas han hecho a mis manos. Cada hueso de mis manos se ha roto al menos una vez, yúltimamente la artritis en mi mano derecha ha avanzado tanto que hasta me costó trabajo levantar la copa durante tu brindis… mucho menos podría trabajar con delicadas líneas el compás o el pergamino y no podría manejar la pluma ni el pincel. No, hermano… para mí ya es tarde”.
Mas de 450 años han pasado desde ese día. Hoy en día los grabados, óleos, acuarelas, tallas y demás obras de Albretch Durer pueden ser vistos en museos alrededor de todo el mundo. Pero seguramente usted,como la mayoría de las personas, sólo recuerde uno. Lo que es más, seguramente hasta tenga uno en su oficina o en su casa.
Un día, para rendir homenaje al sacrificio de su hermano Albert, Albretch Durer dibujó las manos maltratadas de su hermano, con las palmas unidas y los dedos apuntando al cielo. Llamó a esta poderosa obra simplemente “Manos”, pero el mundo entero abrió de inmediato su corazón a su obra de arte y se le cambió el nombre a la obra por el de “Manos queoran”.La próxima vez que veas una copia de esta creación, mírala bien. Permite que sirva de recordatorio, si es que lo necesitas, de que nadie,nunca, ¡triunfa solo!”
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