“Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados; y toda la ciudad se agolpó a la puerta. Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían.” Marcos 1:32-34
El célebre personaje visitó la India. Llegó a Calcuta y comenzó a pasear por una de sus confusas calles. De repente vio a un hombre que estaba en cuclillas vendiendo lo que Nicolás creyó que eran dulces, aunque en realidad se trataba de chiles muy picantes. Nicolás era fan de los dulces y compró una gran cantidad de los supuestos dulces, dispuesto a darse un gran atracón. Estaba muy contento, se sentó en un parque y ahora si “atáscate que hay lodo”. Comenzó a comer lo que el creía que eran dulces. AL morder el primero de los chiles sintió fuego en el paladar. Eran tan picantes aquellos “dulces” que se le puso roja la punta de la nariz y comenzó a soltar lágrimas. No obstante, Nicolás continuaba llevándose sin parar los chiles a la boca.
Estornudaba, lloraba, hacía muecas de malestar, pero seguía devorando los chiles. Asombrado, un viajero se aproximó a él y le dijo:
–Amigo, ¿no sabe que los chiles sólo se comen en pequeñas cantidades?
Casi sin poder hablar, Nicolás comento:
–Buen hombre, créeme, yo pensaba que estaba comprando dulces.
Pero Nicolás seguía comiendo chiles. El viajero dijo:
–Bueno, está bien, pero ahora ya sabes que no son dulces. ¿Por qué sigues comiéndolos?
Entre tos y lamentos por el picante, Nicolás dijo:
–Ya que he invertido en ellos mi dinero, no los voy a tirar.
¿Qué buscas? Puedes buscar a Dios por un montón de diferentes motivos, para que te sane de alguna enfermedad, para que te ayude con un trabajo, para que resuelva algún problema, para que te mande un esposo o una esposa; y seguramente lo hará si es su voluntad. Sin embargo es importante analizar el por qué buscamos a Dios, ya que seguramente es lo que vamos a encontrar. Entonces ¿Cómo debo buscarlo? “si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.”
¿Realmente buscas a Dios o sólo buscas que te ayude? “le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados; y toda la ciudad se agolpó a la puerta”
Enviado por Alejandro Cunillé
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