En Calcuta, India, la Madre Teresa nos da una definición de la caridad: "Es ayudarnos los unos a los otros. Ya Cristo lo dijo: Lo que hagas con el último de tus hermanos lo estás haciendo conmigo. Esa es la caridad. Así, cuando él llegue a nosotros, podrá decirnos: Tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me recogisteis, estuve desnudo y me cubristeis, enfermé y me visitasteis. De cierto os digo que cuanto hicisteis por mis hermanos más pequeños lo hicisteis por mi. Es necesario creer en su palabra para poder reconocer su mensaje y su manifstación a través de los demás. Debemos tener el corazón puro para ver a Dios en los pobres, en la gente que sufre. Y debemos enseñar a la gente que no sabe hacerlo. El error de muchos es buscar la luz en la oscuridad. Debemos aprender a buscar la luz donde está la luz".
"Cuando veo a alguien muy triste le digo que beba un vaso con agua, y si ni siquiera eso tiene, le digo entonces que salga al aire libre y mire las estrellas en el cielo, su evidente simetría, que mire las nubes, los arreboles en la atmósfera, el cielo, y que entienda que le puede pedir al hacedor de ese orden, que le pida a Dios, que él siempre, pero le digo "siempre", encontrará la forma de saciar su sed, porque Su mano siempre está tendida esperando por nosotros, porque bajo el cielo no hay un solo ser vivo que quede por siempre completamente desamparado. "
Indira Gandhi decía que conocerla es sentirse completamente humilde, percibir la fuerza de la ternura y el poder del amor. Es que en su presencia todos nos sentimos un poco humillados y avergonzados de nosotros mismos, porque lo más extraordinario en ella es que se ve una mujer completamente normal, y si existe algo mágico en su persona es la profundidad azul de su mirada, que viene quizás de qué pasado remoto y más sabio, porque en ella todo es humildad. Aunque sea unos breves minutos, pienso, nadie puede quedar impasible ante su presencia.
"A medida que fui viendo lo que Dios hacía a través de mi trabajo, porque nosotras somos religiosas, nuestro trabajo es una materialización de nuestra fe, de una actitud religiosa frente a la vida. La vocación en nosotros no es el servicio que prestamos a los leprosos o a los moribundos, sino que nuestra vocación está en pertenecer a Jesús. Y como somos de El, nuestro trabajo es el medio para expresar el amor que nos inflama. De modo que no es un fin, sino un medio, porque vemos a Cristo en cada persona que tocamos, cada persona a la que brindamos ayuda tiene Su rostro. Así de sencillo. Porque si pertenecemos a Cristo, El debe poder hacer uso nuestro, es un complemento mutuo. "
"El comienzo de la humanidad en el hombre empieza cuando se da cuenta de que la vida no le es indiferente y se dispone a contemplarla como algo indescifrablemente misterioso. La confirmación moral en el hombre se hace real cuando dejamos de vivir simplemente al acaso y nos involucramos con nuestra propia existencia. Allí empieza nuestra evolución ética, que tiene como primer paso un sentido de solidaridad con otros seres. Es cuando comenzamos a reflexionar acerca de nosotros mismos, cuando nos cuestionamos nuestra relación con los demás, y sinceramente nos damos cuenta de que todos somos iguales, y ensanchamos el círculo de nuestras obligaciones hasta abarcar a toda la gente que nos rodea. - Eso es algo muy difícil si no existe la fe...
No existe la fe, hijo, cuando uno no cree en uno mismo. Porque cuando uno se descubre a sí mismo, descubre que tiene un deber para con todos los seres humanos. Descubre la fe. Mientras no dejemos de obedecer a esa convencional ley de reserva que nos hace ser fríos entre nosotros, y nos impide mostrarnos tan cordiales como en realidad somos, no descubriremos que el hombre pertenece al hombre. El ser humano tiene derecho a ser humano."
"Nunca sabremos cuánto logramos ni cuánto le damos a la humanidad, eso permanece oculto a nuestros ojos, y así debe ser, aunque siempre nos es dada la posibilidad de vislumbrar algo que nos indica que no debemos perder la fe en nuestros esfuerzos"
"Un amor no es verdadero cuando es empleado con fines egoístas. Una persona puede decir a otra que la quiere, pero al mismo tiempo puede desear aprovecharse de lo que están encerrando sus palabras; al mismo tiempo puede estar pensando tomar de la otra todo lo que pueda. El verdadero amor es dar, no es recibir; si no es así, no es un verdadero amor en absoluto. El verdadero amor duele, porque así es. Tiene siempre que doler porque es doloroso renunciar a sí mismo por alguien, por eso es doloroso, porque es total entrega. El que ama verdaderamente está dispuesto a morir por el objeto de su amor, y así debe ser. Cuando la gente se ama, tiene que renunciar a todo para amarse mutuamente, sin interferencia alguna, porque el amor unifica; por eso es cosa de dos para hacerse uno; por eso el amor absoluto es el verdadero amor."
Su obra es un mensaje de amor. Su trabajo demuestra que una convicción verdadera siempre está acompañada por una acción, que el amor en acción es servicio.
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