Un tornado había devastado el condado de Will en Illinois, Estados Unidos. El panorama era desolador. Una familia lloraba desconsolada porque el tornado había arrasado su casa, sus vehículos y también a su bebé de tres meses. Sin embargo, en medio del desastre se produjo un milagro. Alguien había reportado a la policía el hallazgo de un bebe en medio de un campo. La esperanza comenzó a renacer en esta familia desesperada. Aquel bebe era efectivamente su hijo de 3 meses. El niño estaba sano y salvo, sin ningún rasguño. Un reportero, le preguntó a aquel padre si estaba enojado por haber perdido todas sus posesiones. El hombre respondió: "¡No, al contrario, estoy muy agradecido a Dios por el milagro de recuperar a nuestro bebe y porque toda nuestra familia está a salvo!" A veces no nos damos cuenta que el bien más valioso que poseemos es nuestra vida y nuestra familia. Muchas veces pasamos la mayoría de nuestro tiempo tratando de adquirir cosas y sin embargo descuidamos nuestra propia salud y la relación con nuestra familia. Nos preocupamos demasiado por el auto, la casa, los muebles, la ropa y otras cosas de la vida moderna. Pero, cuando la vida se reduce a lo esencial, como sucedió en el tornado de Illinois, recordamos que la vida es razón suficiente para alabar a Dios. Jesús dijo en Mateo 6:25 "No os afanéis por lo que habéis de comer o beber; tampoco por lo que habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?"
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