Dices que soy el futuro, no me desampares en el presente.
Dices que soy la esperanza de la paz, no me induzcas a la guerra.
Dices que soy la promesa del bien, no me confíes al mal.
Dices que soy la luz de tus ojos, no me abandones en la tinieblas.
No espero solamente que me des el pan, dame también luz y entendimiento.
No deseo sólo la fiesta de tu cariño, te pido amor y que me eduques.
No te ruego sólo juguetes, te ruego buenos ejemplos y buenas palabras.
No soy simplemente un alguien en tu camino, soy alguien que golpea a tu puerta en nombre de Dios. Enséñame la labor y la humildad, la devoción y el perdón, no me abandones.
Compadécete de mí y oriéntame para lo bueno y lo justo.
Corrígeme mientras soy niño, aunque sufra. Ayúdame hoy para que mañana no te dé motivos para llorar.
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